La policía hizo una redada a un líder juvenil de la Iglesia Lluvia Temprana, congregación muy perseguida, después de estar en una reunión días antes y fue llevado para interrogaciones, según los reportes.
El líder identificada como Xiao Luobiao fue llevado a la estación de policía para interrogación el jueves por la mañana, y fue liberado cuatro horas más tardes, según denunció la organización International Christian Concern.
“¡Gracias a Dios! Ya estoy seguro. Esta vez fue más corta que mí arresto previo, me establecieron un interrogatorio y quedé solo hasta las 2 p.m.”, contó el líder juvenil.
El pasado octubre, Xiao fue llevado por la policía del distrito Wuhou por “proselitismo ilegal”.
Ha estado siendo amenazado esporádicamente desde que la Iglesia comenzó a ser perseguida el 9 de diciembre de 2018.
Otro miembro de la congregación, Ren Ruiting, compartió su experiencia de persecución.
“Comencé a recibir mensajes que la policía estaba arrestando a líderes de nuestra iglesia y llevándose a miembros de sus hogares”, recordó.
“Escuché que nuestro pastor, Wang Yi, y su esposa habían sido detenidos, y me preocupé”, dijo Ren, de 22 años. “Hablaba con una amiga por teléfono y de repente quedó en silencio. Fue horrible. En un segundo estás hablando con alguien y al siguiente, esa persona desaparece. No sé sabe a dónde van, solo que son llevados por la policía. Y eso genera mucho miedo”.
Ren, que asistió al seminario de la Iglesia y sabía que la policía tenía sus datos, temía en ser la próxima.
“La noche fue fría, muy fría”, dijo. “Tomé una botella de agua, algo de ropa y dinero, y emprendí viaje hacia la casa de una amiga”.
Mientras se escondía en lo de su amiga, Ren intentó mandarle un mensaje a su familia y amigos pero descubrió que la aplicación de mensajería no le funcionaba. La policía comenzó a llamarle, lo que le llevó a remover tarjeta SIM de su teléfono celular.
“Ya no pude mantener contacto; solo me quedó un mensaje de la aplicación diciendo que era ilegal”, recordó. “No sé que sucedió con mis amigos y no sé qué pasará conmigo. Todos nos sentimos desolados. No somos un grupo grande, y nos estaban llevando de a uno. Fue un tiempo de mucho miedo”.
“Sentí que debía desaparecer y no dejar que me encuentren pues si lo hacían, me mandarían a prisión o recibiría una golpiza. No lo sé. Estoy muy asustada”.
Puertas Abiertas Estados Unidos, que monitorea la persecución a cristianos en más de 60 países, estima que China tiene 97 millones de creyentes, que en su mayoría pertenecen a la llamada iglesia “subterránea”, considerada por el gobierno como ilegal.