La Comisión de Libertad Religiosa Internacional ha levantado una voz de preocupación acerca de las medidas adoptadas por el gobierno chino este año, para incrementar el control del estado sobre las iglesias autorizadas, incluyendo los requerimientos de apoyo total al Partido Comunista y la prohibición de actividades religiosas en los hogares.
Las regulaciones, llamadas Medidas para el Manejo del Clérigo Religioso, suplanta la Regulación en Asuntos Religiosos de 2018.
Las nuevas regulaciones entraron en efecto a principios de año y reflejan los abusos del gobierno Chino contra los grupos religiosos, según advierten las organizaciones defensoras de derechos humanos.
Estas medidas limitan la libertad de los miembros del clero en los cinco grupos religiosos autorizados -la Asociación Budista de China, La Asociación Taoísta China, La Asociación Islámica, El Movimiento Patriótico Protestante y la Asociación Católica Patriótica. También se prohíben actividades religiosas independientes de cualquiera que no formé parte de los cinco grupos autorizados.
«Las nuevas Medidas expande un sistema invasivo de control y vigilancia sobre el Clérigo», dice el reporte de los denunciantes. «El Artículo 3 requiere que los creyentes -entre otras demandas- apoyen al Partido Comunista, al sistema político Socialista Chino, y a la política de politización de la religión; además de imponer pruebas para asegurar la fidelidad de los individuos».
Los Artículos 6 y 12 prohíben el involucramiento del Clérigo en ‘actividades ilegales’ y ‘filtración extranjera usando la religión’.
«Estas vagas predicciones pueden ser usadas como un pretexto amplio para perseguir a las religiones independientes, a las minorías étnicas y a los grupos que se sospeche tengan conexiones extranjeras».
La organización ChinaAid reporta que las nuevas reglas hacen de las iglesias-hogares – consideradas ya ‘ilegales’ en China- el principal blanco para el gobierno.
Líderes de iglesias-hogares protestantes han sido arrestados, incluyendo al Elder Zhang Chunlei de la Iglesia Reformada de Ren’ai y el Pastor Yang Jua de la Iglesia Piedra Viva en la ciudad de Guiyang.
ChinaAid reporta también que la Administración Estatal de Asuntos Religiosos instaló circuitos de monitoreo, para vigilar a creyente sospechados de violar las restricciones vigentes.
Puertas Abiertas Estados Unidos, que cubre la persecución en más de 60 países, estima que en China hay más de 97 millones de cristianos no registrados a ninguna de las instituciones autorizadas.
China se ubica en el puesto 17 de países perseguidores de Cristianos, según la lista 2021 de Puertas Abiertas.
Aún antes de que las medidas fueran implementadas, las iglesias-hogares enfrentaban una dura persecución de parte de las entidades gubernamentales.
«Las iglesias-hogares en China están experimentando un incremento del acoso, persecución en sus actividades y la detención de sus líderes», dijo Gi a Goh, la representante regional para el Sudeste de Asia de International Concern.
“Beijing busca intimidar a los líderes esperando que las iglesias se disuelvan por miedo. Su plan no funcionará, gracias a la resiliencia de las Iglesias-hogares chinas. Ellas sobrevivieron a la Revolución Cultural, y sobrevivirán a Xi también».
Puertas Abiertas reporta que los cristianos chinos enfrentan presión del gobierno. Del 2020 al 2021, China subió seis puestos de la Lista Mundial. Y en los últimos tres años ha escalado 26 lugares, debido al ‘rápido deterioro de la situación de los cristianos’.
En años recientes, ha habido un incremento de la persecución y acoso a los cristianos mientras que miles de iglesias han sido dañadas, confiscadas o destruídas.
El país también ha sido clasificado como «preocupante» por el Departamento de Estado Norteamericano, por estar involucrado en severas violaciones a la libertad religiosa. Solo entre julio del 2020 y junio de 2021 se reportaron más de 100 hechos de persecución en China.