El líder de la comunidad cristiana local, Stephen Yang Xiangtai, convocó a los fieles, un día de oración y ayuno, tras el vandalismo que sufrieron tres iglesias en la provincia de Handan. Sin embargo cuando las personas iban a los templos, el Departamento de Asuntos Religiosos se los impidió.
De acuerdo a las imágenes publicadas, algunos cristianos resistieron la oposición e hicieron sus oraciones de rodillas afuera del templo. Por ello, los líderes fueron colocados bajo vigilancia de la policía y obligados a permanecer dentro de sus casas.
“El hecho de que la policía tenga miedo de una reunión de oración y de penitencia es algo realmente ridículo”, expresó un cristiano a la agencia Asia News.
La persecución de los cristianos en China ha sido siete veces mayor en la última década. De acuerdo con el último informe de la misión de China Aid. La mayoría de estos cristianos detenidos no están acusados de ningún delito, salvo por defender la fe cristiana.
Fuente: Impacto Evangelistico