El gobierno comunista de China continúa forzando a Cristianos a reemplazar cualquier simbología relacionada con Jesucristo por imágenes de los líderes comunistas, y está convirtiendo los pulpitos en tertulias políticas.
La revista dedicada a la libertad religiosa, Bitter Winter, reporta que las autoridades chinas van de pueblo en pueblo, demandando que los íconos Cristianos sean reemplazados por imágenes de Mao Zedong y del presidente Xi Jinping.
Los primeros pasos de esta iniciativa tuvieron lugar en 2017, y los creyentes aseguran que continúa en toda su fuerza de acción en las diferentes provincias chinas.
Fei Zhongju de Xiayi, reveló qué le dijeron las autoridades después de irrumpir en su hogar en Octubre de 2018.
«En cualquier momento volveremos para la inspección, y si la imagen de Mao no está en su lugar, todos los beneficios sociales que reciben del gobierno les serán quitados.»
La esposa de Fei contó que su marido se accidentó tratando de cumplir con las órdenes de las autoridades, al caer de la mesa a la que había subido para colgar el retrato en la pared.
«¿Qué hemos hecho mal nosotros los creyentes en el Señor Jesús?», dijo la mujer.»El gobierno nos obliga a tener la imagen de un líder político y por eso mi esposo ahora está herido.»
Los oficiales del gobierno han amenazado a los ciudadanos diciéndoles que si no obedecen a sus demandas sufrirán consecuencias.
Bitter Winter dijo que cerca de 1,400 símbolos Cristianos han sido destruidos a lo largo de todo el condado de Xiayi desde febrero de 2018. Algunos lugares, como el condado de Xin’an han quedado completamente desprovistos de cualquier simbología religiosa, después de que cada casa de la zona fuese allanada.
Los Cristianos en la provincia de Henan también denunciaron que el gobierno está desalojando las iglesias y convirtiéndolas en teatros, salas de juegos y otros tipos de lugares de entretenimiento.
China reporta un crecimiento significativo en su población cristiana, mientras que a la par crece la persecución. Puertas Abiertas USA posicionó al país en el puesto 27 de los países más peligrosos para los cristianos, saltando así 16 lugares de su posición del año pasado.
Puertas Abiertas USA advirtió que «el aumento del poder del gobierno y la forma de regular de Xi Jinping hacen que cada vez sea más difícil llevar adelante una vida religiosa en el país.»