El amor por difundir el evangelio y orar unos por otros, llevó a un grupo de cristianos, practicantes de la fe, reunirse para visitar a un enfermo y orar por él. Iniciaron el devocional y empezaron alabar a Dios con libertad sin imaginarse la sorpresa que se llevarían.
Zhao Qi empezó a cantar un himno en medio de la adoración, disgustando a vecinos de alrededor que sin pensarlo dos veces llamaron a la estación local de policía que irrumpió en la reunión antes de que pudiera terminar de cantar.
Dirigir el himno la llevó a ser detenida por siete días, así como Ren Demei, dueño de la casa, quien fue detenido por cinco días. La Oficina de Seguridad Pública Asku presentaron la declamación afirmando que “Ren Demei invitó a muchas personas a su residencia, y Zhao Qi les llevó en la participación de actividades religiosas ilegales en la forma de cantar himnos cristianos y perturbar el orden público.
Además sostuvo “que ambos no tenían las calificaciones para enseñar o predicar y que la casa era un sitio no registrado”. Desde entonces solo esperan el veredicto de la corte para poder practicar su fe con libertad.