“Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 3ª Juan 1:2

Balance 2016

Estos días que restan para terminar el año, es donde las organizaciones preparan los balances que informarán del cierre del ciclo. Todos los balances (los reales, los verdaderos, los que debemos mirar) nos muestran tres áreas: los activos; los pasivos y el patrimonio.

No es mi intención enseñar técnicamente sobre balances, pero es interesante mirar lo que verdaderamente significa el patrimonio, el beneficio, la resultante, lo que te queda.

Piensa en esta ecuación. PATRIMONIO = ACTIVOS – PASIVOS

Este año habrás luchado seguramente detrás de los activos y tendrás también tus pasivos. Mientras los activos sean mayores que los pasivos, la resultante te dará positiva y tu patrimonio será positivo. Si los pasivos superan a los activos, tu patrimonio será negativo.

Muchos hombres y mujeres de negocios, este año han enfermado su cuerpo, se llenaron de estrés, perdieron su rumbo y sin pensarlo destrozaron su futuro, sus familias y sus vidas. Hay valores que superan a los materiales y la Sabiduría Milenaria nos enseña una y otra vez las formas de pensar, tal es el caso relativo a la vida.

“La alegría es como una buena medicina, pero el desánimo es como una enfermedad.”
“Buen remedio es el corazón alegre, pero el ánimo triste resta energías.”
“El corazón alegre hermosea el rostro, mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.”
“Corazón alegre, cara feliz; corazón enfermo, semblante triste.”
Una persona desanimada, depresiva, fuera de los planes eternos de Dios, es lógico que se enferme y que viva estresada. Así, es imposible pensar en prosperar…

“Porque veo que estás lleno de amargura y que la maldad te tiene preso.”
Vivir amargado es aumentar el pasivo, y aún agrega que es como estar preso. Quien puede desde la esclavitud, desde la falta de libertad, prosperar?

¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?
Jesús hoy te pregunta: ¿Qué puedes dar a cambio de tu vida? Y ÉL mismo te ofrece la respuesta: “Yo pagué el precio por tu vida para que vos no la pierdas”.

Cerrando este ciclo 2016 y ya viviendo estas navidades, piensa en todos los esfuerzos que hiciste para llegar hasta hoy, el precio que pagaste y evalúa los beneficios. Cierra el ciclo porque en breve comienza una nueva oportunidad, el ciclo 2017.

elias@businessandswing.com