Entre 80,000 y 120,000 personas se encuentran presas en los campos de concentración de Corea del Norte, y en su gran mayoría están allí por su fe, según el Departamento de Estado americano.
El martes, la agencia lanzó su reporte anual acerca de la Libertad Religiosa Internacional, un documento que describe el estado de este asunto en diferentes países.
El reporte de este año denuncia que los refugiados de Rohingya en Burma están sufriendo una ‘limpieza étnica’. Además, lanzó un número estimado de personas que están bajo el notorio sistema de opresión en los campos de trabajo de Corea del Norte.
Quienes han logrado escapar con el paso de los años, comparten acerca del horror de las torturas, de las labores forzadas y de los abusos que han experimentado en los campos de concentración de Corea del Norte. Las personas son encarceladas en lo que el régimen de Kim llama «campos de reeducación» por crímenes como asistir a Iglesias que no están reconocidas por el gobierno o por intentar huir del país.
«El gobierno continúa atacando a todo aquel que se involucre en cualquier actividad religiosa, con ejecuciones, torturas, golpizas y arrestos,» denuncia el reporte. «Se estima que entre 80,000 y 120,000 prisioneros copan los campos, algunos por razones políticas y otros por razones religiosas; y se encuentran en condiciones terribles.»
El Departamento de Estado, a través de la investigación de ONGs como Christian Solidarity Worlwide, remarca que existe una ‘política de culpabilidad por asociación que se aplica en los casos de detención de cristianos, donde familiares y conocidos son detenidos también, independientemente de sus creencias religiosas.»
«Las organizaciones de derechos humanos y religiosos fuera del país continúan proveyendo numerosos reportes acerca de miembros de iglesias subterráneas, que fueron arrestados, golpeados, torturados y asesinados debido a sus creencias religiosas,» denuncia el reporte. «Cualquier actividad religiosa como orar, cantar himnos y leer la Biblia conllevan severas penas, incluyendo prisión en los campos de trabajo forzado.»
El testimonio de una mujer que fue puesta en prisión por ‘practicar el cristianismo’ y ‘aprender de sus desgraciadas enseñanzas’ cuenta que: «Durante el tiempo que pasó en prisión, era constantemente atacada por las autoridades, quienes le exigía que se ‘arrepienta de su pasado’ y ‘lavara su cerebro’ de toda enseñanza religiosa.» Además compartió que otras seis mujeres con quienes compartió la prisión, murieron ya sea por golpizas o de diarrea al no recibir atención médica.
El reporte también denuncia que a los cristianos se los considera ‘lo más bajo de la sociedad’. Son vistos como ‘basura de Occidente’.
Además de perseguir cristianos, el régimen norcoreano también apunta contra budistas y otras minorías religiosas.
El informe se lanza en el marco de negociaciones de acercamiento entre Estados Unidos y Corea del Norte, donde se busca una potencial reunión entre el Presidente Donald Trump y el dictador Kim Jong Un. Durante muchos años se supo de las atrocidades que el régimen norcoreano cometía, y aún así la comunidad internacional miraba hacia otro lado. Pero eso se está intentando cambiar, buscando no sólo el acercamiento entre estos dos países, sino también el involucramiento de otras potencias, para llegar a un final en la persecución religiosa e ideológica.