Abortar parece una mejor alternativa para madres desesperadas que viven en medio de la extrema pobreza. Sin embargo no es la unica manera de soluciónar a su problemas. Desde el 2013 nace un centro de Esperanza, donde los cristianos camboyanos pro-vida ofrecen una opción diferente a las futuras mamás conforme a la Palabra de Dios para mejorar sus vidas.
“Algo fundamental para ellas es el arrepentimiento de sus pecados para que sean libres”, dice Kurt Dillinger, fundador de la vida internacional. Después de ese proceso, los fieles comparten todo cuanto han aprendido en sus congregaciones y comunidades en el Centro de Esperanza.
Aunque el trabajo es duro, «Solo el Evangelio puede hacer esa labor en sus corazones. Cuando vienen a conocer a Jesús, hay una esperanza, hay nueva energía, se puede ver el cambio en sus ojos, y comprenden que Dios es capaz de todo», añade Dillinger
Un excelente ejemplo es una madre joven con dos hijos pequeños y uno en el vientre, fue abandonada por su esposo y pensó: «No hay manera de que pueda tener otro bebé; necesito abortar este niño». Sin embargo, en medio de su debilidad y pobreza, llegó al centro de Esperanza, conoció el Evangelio, tuvo a su bebe y ahora siente todas las ganas de salir adelante. “Dios es nuestra fortaleza”.