Oscar Amaechina, presidente de Afri-Misión y Red de Evangelismo en Abuja, Nigeria, nunca olvidará el día que pensó que su vida acabaría.

«Recuerdo que estábamos ministrando a gente en un campo misioneros particular, y unas personas vinieron a matarnos», dijo Amaechina. «Ellos confesaron que habían venido a asesinarnos. Los vimos con sus machetes, y espadas y creímos que era nuestro último respiro. Creímos que era el fin».

Mientras enfrentaban a la muerte cara a cara, Amaechina y sus compañeros misioneros decidieron ofrecer un último acto de bondad a sus atacantes.

«Le dimos arroz, fideos, crema y sopa… y se fueron», recordó. «Luego regresaron, y uno de los líderes habló con nosotros a través de un intérprete que nos dijo: ‘Estabamos aquí para matarlos, como somos muy pobres, jamás alguien nos dió un regalo; pero por los que ustedes nos dieron, queremos ser cristianos».

Los asaltantes cambiaron instantáneamente su corazón, dijo Amaechina, quien quedó sorprendido e impactado.

«No lo podía creer», compartió. «Les guiamos hacia Cristo. Fue maravilloso, fue increíble y muy revelador. Desde ese día, jamás nos resistimos a brindar bondad. Y eso es lo que creemos en nuestro ministerio».

La mentalidad ha guiado a Afri-Misión y Red de Evangelismo desde su fundación en 2007. La organización está confirmada por iglesias misioneras que buscan avanzar en el Reino de Dios, alcanzando a los grupos no-alcanzados con el Evangelio en el norte de Nigeria.

La organización se enfoca en dos grandes intervenciones: la intervención del Evangelio, que involucra la misión convencional, la misión diaspora y la misión eclesiástica; y la intervención Humanitaria. La última involucra varios programas, incluyendo el de alimentación, vestimenta, programas para huérfanos y niños vulnerables, la misión médica, educativa y de oficios.

«Alcanzamos a tantas comunidades con la misión convencional pero nos dimos cuenta que no sólo se trataba de predicar el Evangelio», dijo Amaechina. «Miramos a nuestro alrededor, vimos el estado degradado de la naturaleza y de las personas. Las mujeres andaban desnudas, los niños desnutridos, el agua para beber era tóxica… no había hospital… vivían como animales».

Predicando el Evangelio y compartiendo acerca de nuestro «buen» Dios, el pastor explicó, se volvió un desafío ya que «no se veía ningún ídolo entre estas personas».

«Yo no sabía qué decir», recordó. «Volví a casa a orar a Dios, ¿Cómo le llevaremos el conocimiento de Cristo? Y ahí es cuando desarrollamos varios frentes de intervención… y cuánto más hacíamos, más cosas descubríamos por hacer».

Al presente, hay 19 misioneros convencionales en el proyecto, y 56 en la misión diáspora. En el año que entra, la organización espera llegar a un total de 160 o 170 -pero debido a los riesgos con el Extremismo Islámico, «la cosecha es mucho pero los obreros son pocos», dijo Amaechina.

«Somos constantemente amenazados, abusados y golpeados, nuestros espíritus están dispuestos pero nuestra carne se debilita día a día», escribió en su reporte anual.

Aún así, los misioneros han visto el fruto de su labor. Por ejemplo, en 2021, 231 personas vinieron a Cristo agradeciendo el proyecto misionero, mientras que docenas participaron del programa de discipulado.

«Queremos desarrollar un efecto multiplicador; una reacción en cadena», expresó Amaechina. «Nosotros impactamos a una persona y esa persona a otra durante el discipulado».

Un ex pastor, Amaechina dijo que muchos grupos en Nigeria no han oído el Evangelio -ni siquiera escucharon el Nombre de Jesús, aunque el país es el más próspero de África. Él estimó que 65.898.000 nigerianos no han oído de Jesús -y muchos de ellos viven en áreas remotas dónde están atrapados «en oscuridad».

Amaechina llamó a esta infortunada realidad «la falla de la Iglesia Nigeriana». Muchos profesando ser cristianos nigerianos no desean viajar a lugares remotos debido al riesgo físico, mientas que otros no ven incentivo en plantar iglesias en áreas pobres.

«La Iglesia de Nigeria ha abandonado el reto de la Gran Comisión», dijo. «La comodidad de los cristianos ha hecho difícil que las personas hagan sacrificios… se han olvidado de las comunidades dónde no hay iglesias. Todos están encerrados en las áreas urbanas… pues pueden conseguir mayores beneficios. Esto es un factor muy serio».

En este tiempo, dijo que los cristianos africanos están dispuestos a abrazar el Evangelio de la prosperidad, que enseña que los creyentes tienen el derecho de las bendiciones y las riquezas. Creen que esto se puede conseguir a través de confesiones positivas de fe y de «pactos» monetarios.

Los cristianos africanos pobres, según explicó Amaechina, son atraídos por las falsas enseñanzas en busca de una solución a su pobreza.

«Los misioneros occidentales nos trajeron el Evangelio, y lo que ahora estamos haciendo es negocios con la fe. El Evangelio no está a la venta, pero en Nigeria es un gran negociado», remarcó. «Este es un problema serio. Las personas hacen dinero con el Evangelio y los creyentes son engañados».

«No están interesados en la Salvación, están interesados en la prosperidad», continúo. «Muchos de los no alcanzados están desnudos; no tienen ropa ni alimentos. Pero las iglesias no van en su ayuda».

En este nuevo año, Afri-Misión y Red de Evangelismo tiene objetivos específicos respecto al Evangelio. Esto incluye movilizar y entrenar a más misioneros; proveer agua limpia a dos comunidades; construir salones de clases en una aldea dónde nadie ha asistido a la escuela hasta ahora, y proveer un transporte para los misioneros.

«Cuando vamos a distribuir algo, no discriminamos», dijo Amaechina. «No estamos dando simplemente para que se conviertan. Damos a causa del amor. Servimos para mostrar amor, ya sea que se conviertan o no».

El agregó: «Hay personas que admiran a Cristo en secreto. He conocido a muchos… ellos aman a Cristo, pero no pueden declarar abiertamente su amor por Él. Así que cuando mostramos bondad a cualquiera, ya sea musulmán o pagano… nuestra bondad es para toda la humanidad con la intención de que nuestro amor de parte de Dios, les toque… y si es posible, les traiga al conocimiento de la Salvación en Cristo».

Amaechina agradeció a los cristianos occidentales por las oraciones, y remarcó la importancia de «las personas que levantan las manos cuando ya no quedan fuerzas».

«Debo confesar… que la mayoría de las veces, sentimos que queremos renunciar. Es difícil. Nuestras vidas están en riesgo. Los recursos son escasos. Uno tiene muchos planes, pero a veces el desaliento viene por falta de apoyo», compartió.

«Los cristianos nigerianos no están interesados en la misión; están interesados en el dinero… lo que hacemos es, apoyarnos en nuestras rodillas. Oramos y le pedimos a Dios ayuda. Confiamos que Dios nos ayudará en todo».