El testimonio de Gabry comienza, cuando ocurrió el accidente. En el hospital los médicos tenían un diagnóstico pesimista, creían que no iba a volver a recuperarse y que su muerte era una cuestión de tiempo.
En la medicina en un rango de vida de 1 a 15, Renato estaba en la escala 3 cerca a una muerte cerebral, “Mi madre le dijo a los médicos que en breve saldría del hospital. Los médicos pensaban que no entendía muy bien lo que decía porque incluso con la mala noticia, ella se aferró a la fe y la convicción de mi curación”, dijo Gabry en un testimonio publicado en la página web de la Iglesia Bautista de Lagoinha (IBL).
Sin embargo, la madre del joven inició con una jornada de fe y esperanza singular. Llamó amigos, familiares y hermanos en la fe de la ciudad de Itaperuna (RJ). Con la ayuda de una amiga, tomaron la iniciativa de organizar una vigilia de oración por la vida del joven. Muchos fieles de varias y diferentes denominaciones, se unieron al clamor por un milagro de Dios.
“Como yo era un enfermo terminal por la medicina, los médicos permitieron cualquier visita para que la gente llegase a despedirse de mí”, dice Gabry. Cuentan los testigos que apareció una mujer ciega llamada Ana Paula se acercó a Renato y Dios se glorifico “Ella oró por mi fervientemente y ese día me desperté”, contó Gabry.
“Los médicos dicen que mis parámetros habían cambiado de la nada, la medición de mis plaquetas mejoraron instantáneamente. Mis órganos recuperaron su tamaño normal y aspecto. Mi lesión cerebral, para su sorpresa, desapareció”, dijo el joven abogado.
La curación por la fe que experimentó Renato Gabry, luego se convirtió en un libro, por lo cual fue objeto de un reportaje especial de Aline Midlej para el diario Jornal da Band.