Se reportó que miembros de Boko Haram secuestraron a un Pastor y a voluntarios cristianos, miembros de la Iglesia Fe Viva, cuando iban a entregar provisiones y ayuda al norte del Estado de Borno.
Rabiu Aminu, coordinador del Cuerpo de Servicio Juvenil Nacional del Estado de Borno, confirmó esta semana que Abraham Amuta, Pastor de la Iglesia Fe Viva y otros miembros de la comunidad religiosa fueron secuestrados en Abril.
Según se reportó desde la agencia federal de noticias de Nigeria, Amuta fue secuestrado mientras viajaba junto a otros miembros de la Iglesia de Maiduguri hacia Chibok, para entregar provisiones a los desplazados en la región. En el camino, fueron interceptados por insurgentes que atacaron los vehículos.
«Además del Pastor, los miembros de la iglesia y voluntarios también fueron secuestrados,» dijo el coordinador.
«Visitamos la Iglesia, y el Comisionado de Policía nos llamó para asegurarnos su total apoyo para resolver esta situación trágica,» dijo Aminu.
El compañero de Amuta se hizo eco de lo sucedido en las redes sociales. «Él fue a un viaje evangelistíco junto a hermanos en la fe de su iglesia,» escribió en Twitter. «Él es hijo único, no dejemos de orar por su vida.»
Según fuentes anónimas, el grupo radical demanda la suma equivalente a u$555,000 para la liberación de los secuestrados.
No se sabe exactamente como fue la forma en que los radicales lograron secuestrar a todos los que viajaban ni el estado actual de las víctimas.
Nigeria se ubica en el puesto 12 de los países más peligrosos para los cristianos. Una de las razones de esta categorización es el grupo terrorista Boko Haram, afiliado al Estado Islámico, que ha atacado la región en los últimos años.
Se estima que al menos 200 personas han sido asesinadas por este grupo extremista sólo en lo que va del año.
Boko Haram es responsable de asesinar y raptar a cientos de Cristianos en los últimos años, aterrorizando a regiones en Nigeria, Niger, Chad y Camerún.
Además, se suma el terror causado por los radicales Fulani en la región, que atacan a granjeros cristianos y destruyen aldeas enteras para luego quedarse con las tierras.
Las fuerzas militares nigerianas también son responsables de atacar a las comunidades cristianas o de minorías religiosas, con argumentos falsos de subversión y anarquía.
En Abril, se presionó a la Embajada de Estados Unidos en Abuja y a otros diplomáticos internacionales a que impusieran sanciones al gobierno del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari y a sus oficiales por los crímenes cometidos y la falta de acción ante los ataques terroristas.
Los organismos internacionales aún no han dado ninguna respuesta al pedido y hacen la vista a un lado ante la masacre religiosa que se está dando en el país.