En su columna de preguntas y respuestas publicada por la Asociación Evangelística Billy Graham el lunes, le preguntaron al Reverendo qué se supone que el cristiano debe hacer después de alcanzar la salvación, y profesar la nueva fe en Jesucristo.

«Estoy en secundaria, y decidí darle mi vida a Jesús en un campamento de la Iglesia este verano. Sé que esto significa que iré al cielo cuando muera, pero ¿qué se supone que haga mientras tanto?», preguntó un jovencito.

Graham respondió que un nuevo convertido necesita crecer espiritualmente, porque «Dios está interesado también en nuestras vidas en el presente.»

«Sabes, la Biblia dice que cuando venimos a Cristo, somos como bebés recién nacidos bebés espirituales. Así como un bebé necesita comida, nosotros necesitamos la ‘comida’ de la Palabra de Dios, la Biblia,» escribió Graham.

«Así como un bebé necesita aprender a hablar, nosotros necesitamos aprender a orar. Y así como un bebé debe ser protegido y ayudado por otros, nosotros necesitamos que otros creyentes nos ayuden y protejan.»

Graham alentó a este nuevo creyente a hacer del estudio de la Biblia, un componente integral en su vida diaria.

«Haz que la Palabra de Dios, la oración y la comunión con otros creyentes sean parte de tu día a día,» aconsejó Graham. «Dios quiere que te vayas pareciendo cada vez más a Jesús, y lo lograrás a medida que tu fe se fortalezca. La Biblia dice, ‘acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes.’ (Santiago 4:8).»

En la columna publicada en el Kansas City Star, en Año Nuevo, Billy Graham también trató acerca del crecimiento espiritual, ya sea del recién convertido o del creyente crecido en su fe.

Graham había respondido la inquietud de un lector de cómo convertirse en ‘un mejor cristiano durante el año’.

«Todos los años hago la misma resolución, pero cuando miro hacia atrás cada fin de año, pareciera que las cosas no han cambiado tanto como desearía,» confesó el lector.

Graham destacó la necesidad de la maduración espiritual, remarcando que «Dios no desea que quedemos estancados en nuestro crecimiento, sino que desea transformar nuestras vidas completamente.»

«Así como necesitamos la comida para crecer y volvernos físicamente fuertes, necesitamos también el ‘alimento’ espiritual para crecer y volvernos espiritualmente fuertes. Y Dios ha provisto ese ‘alimento’ para nosotros, al darnos Su Palabra, la Biblia, y la oración, además del compañerismo de otros creyentes.»

«Este año -empezando hoy mismo- aparta tiempo cada día para estar a solas con Dios, aún si tan sólo son unos pocos minutos al principio. Lee una porción de la Biblia (tal vez puedes comenzar con Salmos o alguno de los Evangelios), pídele a Dios que te ayude a entender lo que lees y a aplicarlo en tu vida. Luego toma tiempo para orar, agradécele a Dios por su bondad, y cuéntale acerca de tu preocupaciones a Él.»