En su columna de preguntas y respuestas, Graham fue consultado acerca de sí es necesario asistir a los servicios de adoración en las iglesias, cuando éstos están disponibles para ser vistos desde la comodidad del hogar.

«Siempre he sido bastante independiente, y la idea de pasar por la molestia de tener que levantarme un domingo para ir a la iglesia nunca me atrajo,» dice la persona. «¿Qué hay de malo en ver el servicio religioso por TV? Estaría escuchando el mismo mensaje que sí hubiera asistido en persona, ¿no es así?»

Graham respondió que, mientras hay beneficios en tener disponibles en los medios de comunicación los servicios religiosos, especialmente para personas con problemas de salud, como él; si uno puede asistir a la iglesia y no lo hace, realmente está perdiendo más de lo que cree.

«Primero, pierdes la oportunidad de ser parte de la congregación -cantar junto a los demás, dar para la Obra de Dios, y especialmente conocer a otros creyentes y aprender de ellos,» escribió Graham.

«Pero tal vez pierdas también la oportunidad de servir a Cristo junto a tus hermanos en la fe. Una iglesia viva no sólo se preocupa por los que están dentro, sino que mira hacia afuera y busca servir a otros en el Nombre de Jesús.»

En años recientes, muchas iglesias han ofrecido a sus miembros la posibilidad de ver los servicios online, con el resultado de expandir su audiencia más allá de las fronteras físicas.

Graham es uno de muchos líderes cristianos en sopesar cuidadosamente los beneficios de esta moda. El presidente del Seminario Teológico Bautista Sur, Albert Mohler expresó cierta preocupación respecto a ver servicios religiosos online, en lugar de asistir a los mismos, calificando a esta práctica de ‘peligrosa para los creyentes’.

«Cristo claramente desea que estas personas se reúnan en sus congregaciones. La comunión con los santos es un aspecto vital de la gracia en el discipulado de Cristo,» dijo Mohler en una publicación de su website en Abril de 2012.

«Podemos ser enriquecidos por las prácticas de escuchar sermones en la Internet y por navegar en el vasto océano del conocimiento que está al alcance en sitios web cristianos, pero esto no reemplazará la autenticidad del peso que tiene la iglesia local y sus ministerios.»

Mohler también destacó que ver los servicios religiosos en Internet, en lugar de ser parte de una congregación real, puede dar la falsa sensación de ‘pertenecer y cumplir’ con nuestra parte en el Cuerpo de Cristo.

«Necesitamos oír sermones predicados por ministros de carne y hueso, en tiempo real, durante una reunión de adoración cristiana. Necesitamos confesar nuestra fe juntos a través de las ordenanzas del Bautismo y la Cena del Señor,» continuó Mohler.

«Necesitamos confesar nuestros pecados y declarar el perdón por la Sangre de Cristo juntos. Y necesitamos organizarnos para el servicio en el Nombre de Cristo unidos.»