En su más reciente columna de consejería en The Kansas City Star, el mundialmente reconocido Rev. Billy Graham dice que es precisamente en los tiempos de dificultad donde los creyentes deben encontrar su mayor dependencia en Dios. Esto en respuesta a un profundo dilema presentado por un lector, quién recientemente recibió un duro diagnóstico médico indicando que había desarrollado una enfermedad paralizante que ponía en riesgo su vida, y que lo llevaba a preguntarse «¿Dónde está Dios en todo esto?»
El predicador respondió que Dios jamás nos abandona. De hecho, circunstancias como éstas son precisamente las que necesita un creyente para acercarse más a Dios, agregó.
«Dios está exactamente donde siempre ha estado: amándote, con Sus Ojos puestos en ti y cuidándote durante los desiertos de la vida, aún cuando tú ni siquiera lo notabas.»
El fundador de Billy Graham Evangelistic Association (Asociación Evangelística Billy Graham) le dice al sujeto, quién admite en la correspondecia que nunca prestó realmente atención a Dios, que el Salvador siempre ha estado esperando que las personas lo conviertan en el Centro de sus vidas.
Graham ofrece un poco de amor rudo al confrontar y animar al lector a encontrar nuevas fuerzas en Cristo. «El [Dios] ha estado prestándote atención, y en lugar de enojarte con El porque las cosas no están marchando a tu manera ahora, es mi oración que tú te vuelvas hacia El y descubras la fortaleza y el consuelo que sólo El puede darte» escribe Graham.
Cercano a la edad de 98 años, el famoso evangelista, quien ha viajado alrededor del globo compartiendo el evangelio por mas de 60 años, ahora desarrolla su ministerio en constante oración, dijo su hijo Franklin al The Christian Post. El anciano Graham envía al cielo oraciones sin cesar por circunstancias como la del sufrido lector.
Billy Graham también le ofrece a su querido lector un poco de consejos prácticos: aprender tanto como le sea posible acerca de su estado de salud y vivir al máximo cada día. El le aconseja también acercarse más a Cristo a través de la oración y leyendo la Palabra de Dios, además de encontrar contención y cariño en la compañía de otros creyentes.
«La vida no siempre transcurre como nosotros lo deseamos, tampoco Dios prometió que sería así» dice Graham. «Pero cuando conocemos a Cristo, sabemos que jamás estamos solos, no importa qué nos esté sucediendo. Las palabras del Salmista son ciertas: ‘Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa de Jehová moraré por largos días. (Salmo 23:6).»