VARSOVIA — Tetyana tenía un trabajo, un hogar, amigos, una vida, y una hija que también comenzaba su propio camino. Y luego llegó la explosión cerca de Kiev, Ucrania.

«Por 48 horas, mí hija y yo estuvimos tumbadas en el suelo esperando la muerte», recordó. «En el último momento, decidimos empacar lo necesario y huir de Kiev. La guerra comenzó el 24 de febrero, y el 26 a las 1 p.m. dejamos Kiev».

Conducieron hasta encontrar una línea de autos de 31 millas de largo esperando para entrar a Polonia. Allí, abandonaron el vehículo y abordaron un bus.

«A las 2 a.m. del 27 de febrero, finalmente cruzamos la frontera», detalló.

Los Polacos le dieron la bienvenida así como a cientos de miles más. Con la dirección de Dios a través de los voluntarios Polacos, Tetyana y su hija acabaron en el seminario Bautista de Varsovia.

Karen Glodek, presidente de la Unión Bautista de Polonia, y Mateuz Wichari, vicepresidente de la Unión, trabajan en el seminario y han sido cruciales en liderar esfuerzos para dar la bienvenida a las personas de Ucrania al Seminario de Varsovia.

Ayuda humanitaria de los Texas Baptist Men

Polonia las recibió así como a cientos de miles más. Por dirección de Dios y a través de los voluntarios bautistas Polacos, Tetyana y su hija acabaron en el seminario Bautista de Varsovia.

Mariel Glodek, presidente de la Unión Bautista de Polonia, y Mateuz Wichari, vicepresidente de la Unión, trabajan en el seminario y han sido cruciales en liderar esfuerzos para dar la bienvenida a gente de Ucrania al Seminario y a las Iglesias Bautistas Polacas.

«Dios ha puesto a los ucranianos en nuestras iglesias por 10 años, y son una herramienta fundamental en este esfuerzo», dijo Wichari. «Cuando los refugiados arribaron a nuestras iglesias y pudimos hablar con ellos, relacionarnos y comenzar a procesar lo ocurrido con gente que conoce su lengua, costumbre y cultura, ayudó mucho al sentido de comodidad».

Después de una larga pausa, Tetyana agregó: «Estoy agradecida a Dios de ser Ortodoxa. Oro cada día. Y ayer, tuvimos un servicio bautista aquí, lloré todo el tiempo que oramos y adoramos a Dios. La gente es tan buena con nosotros. Estoy agradecida al Señor que proveyera un lugar para nosotros, porque mí hija y yo ya hubiéramos dormido en las calles si no hubiese sido así».

En muchas formas, los Bautistas de la región, al igual que los Polacos, son la cara de la fe en la crisis como cristianos conectados a la Alianza Bautista Mundial, que apoya a los ministerios ayudando a los afectados por la invasión Rusa a Ucrania.

Los Hombres Bautistas de Texas, una organización sin fines de lucro en Dallas, conocidos por asistir en desastres alrededor del mundo, también están respondiendo en el lugar.

A través de donaciones significativas, cuatro refugios en iglesias están siendo apoyados en Polonia y Ucrania. Un equipo de HBT está en el campo reconociendo las necesidades y proveyendo apoyo logístico.

«Los ojos del mundo están sobre Ucrania», dijo Mickey Lenamon, director ejecutivo y CEO de HBT. «En el medio de todo lo que está ocurriendo, los bautistas alrededor del globo se han unido para paliar las necesidades y compartir del Amor de Cristo a las personas en estos días tan duros».

«Estamos honrados de ser parte de esto. Los Polacos son increíbles. Su fe es inspiradora. Ellos sirven contra reloj sin desmayar. Dios está realmente obrando en las Iglesias Bautistas Polacas».

Según la Alianza Bautista Mundial, los Bautistas ucranianos se han encargado de mas de 45.000 personas en todas los refugios y estaciones. Ayuda Húngara Bautista también está sirviendo en la región. Los Bautistas Polacos han servido a miles más.

Muchos de los refugiados, como Tetyana y su hija, no tienen seguridad de adónde irán.

A través de un grupo de mensajes de texto, ellos entienden que sus vecindarios están llenos de minas. Volver a casa es algo imposible mientras dure la invasión Rusa.

Pero al menos tienen un lugar seguro para quedarse y están con personas que se preocupan y saben que Dios tiene un plan para sus vidas.

«Hemos estado aquí por tres días», dijo Tetyana. «Ahora estamos tratando de calmarnos y pensar en el futuro».