Autoridades iraníes han ordenado a pastor de la iglesia denominacional Church of Iran regresar a prisión para comenzar a servir una sentencia de cinco años por “actividades sectarias”, indicando que la persecución cristiana puede intensificarse después de un breve respiro debido a la propagación del COVID-19 que llevó a las autoridades a liberar a muchas personas de prisión.
El Pastor Amin Khaki está ahora en la prisión de Karaj, la capital de la Provincia Alborz cerca de Teheran, después de la convocación del miércoles, así lo reportó el grupo Christian Solidarity Worldwide con sede en Reino Unido.
El Pasto Khaki, junto con otros dos cristianos iraníes, Milad Goudarzi y Alireza Nourmohammadim tuvieron juicio en junio. Fueron culpados después de una enmienda a Código Penal Iraní conocido como el Articulo 500-bis, el cual trata de “actividades sectarias”.
CSW dijo que a los tres hombres no se les permite que sean representados por su abogado durante el juicio. Cada uno de ellos fue sentenciado a cinco años de prisión después de ser culpados de “participar en propaganda contra el régimen islámico”.
Khaki anteriormente también ha sido arrestado, culpado y juzgado así indicó CSW añadiendo que los tres apelaron el veredicto.
El fundador y presidente de CSW, Mervyn Thomas, dijo que las acciones de Irán “envían otro mensaje negativo a las minorías religiosas en Irán, y esencialmente se considera a la criminalización de la cristiandad”.
Demandando que los tres sean liberados, Thomas dijo, “refutamos los cargos contra el Pastor Khaki y sus compañeros”.
En un caso separado la semana pasada, autoridades iraníes también convocaron a los convertidos cristianos Sasan Khosravi y Habib Heydari para que regresen a la Prisión Central Bushehr para cumplir el restante de sus sentencias de un año por “propagar contra la Republica Islámica al promover el cristianismo”, así lo reportó el Articulo 18.
Los dos, quienes comenzaron sus sentencias en febrero, han estado en una suspensión de sentencia desde marzo.
Gobernado por la ley islámica, Irán esta calificado como el noveno peor país en el mundo en lo que se refiere a la persecución cristiana por Puertas Abiertas USA como el régimen que ha perseguido sin cansancio a los musulmanes convertidos al cristianismo.
En febrero pasado, la cristiana iraní Dabina Bet Tamraz habló en un panel de discusión en Family Research Council sobre la libertad religiosa en Irán.
“El día de hoy no hay una iglesia libre. No hay una iglesia evangélica libre, ni Pentecostal que sea libre”, dijo ella. “Las únicas iglesias que tienen permitido funcionar son la iglesia ortodoxa y católica con restricciones. Ellos no tienen permitido tener libros en Farsi. Ni siquiera se les permite, hoy en día, imprimir libros en nuestro propio idioma. Cualquier literatura cristiana o Biblia incluso en nuestro propio idioma no se permite. Ellos ni siquiera tienen permitido habla en Farsi a personas cerca de la iglesia”.
Tamraz estaba entre varios creyentes perseguidos de todo el mundo quienes se reunieron con el presidente Donald Trump en el 2019 en el Ministerial del Departamento de Estado sobre la Libertad Religiosa Internacional.
“Junto con la Revolution Guard, están arrestando a todos los asistentes. Ellos allanan las reuniones cristianas en los hogares, restaurantes, cualquier lugar donde se reúnan”, dijo Tamraz. “Ellos arrestan y confiscan sus pertenencias, sus hogares. La mayoría de estos cristianos están sujetos a interrogaciones intensas y comúnmente abusivas. Son torturados frecuentemente física y mentalmente”.
A pesar de la persecución, Tamraz y otros panelistas están de acuerdo en que la iglesia clandestina en Irán es uno de los movimientos eclesiásticos de rápido crecimiento en el mundo.
De acuerdo a Puertas Abiertas USA, hay un estimado de 800,000 cristianos en Irán, casi el doble de lo que estimaban los grupos vigías de persecución de 450,000 en el 2016.