Fue el 25 de diciembre, mientras su pequeño hijo, de nueve años, Josiah Sisson, veía las luces de un árbol decorado con su familia en Springwood, al sur de Brisbane, Australia, cuando un auto hizo un giro brusco y golpeó otro auto que estaba estacionado, ocasionando la muerte del niño, según informa la policía.
Pero, en un servicio cristiano, en la iglesia de Brisbane, se encontraron frente a frente, el padre de Josiah y Adrian Murray, responsable del accidente, pero lo que creyeron que sería un enfrentamiento fue más un acto de amor y perdón, con la gracia de Dios.
El joven Murray, se enfrentará a la corte Beenleigh, el 14 de febrero. “Es muy difícil, esta situación, especialmente cuando veo las imágenes porque me pone frente a lo que sería un hombre de gran corazón, como para actuar con tal misericordia», manifestó a The Guardian Australia.
Fuente: The Guardian Australia, ImpactoEvangelistico