Lo ocurrido aquel día no fue motivo de desaliento para los cristianos en Egipto. Todo lo contrario, solo tres meses después de la publicación del video en el que ISIS mostraba la ejecución de aquellos seguidores de Jesucristo, se inició la construcción de una iglesia en honor a estos 21 mártires.
La fe de toda la comunidad cristiana en Egipto ha crecido como respuesta al mal llevado a cabo aquel 15 de febrero de 2015. «Para ser sincero, cuando vi que mi hijo murió con el nombre de Jesús en sus labios, me regocijé”, expresó Malak, padre de uno de los mártires. «ISIS pensó que el asesinato de nuestros parientes nos destruiría. No lo hizo. Nos revivió», expresa la esposa de otro mártir.
El pueblo donó el terreno, a 155 millas de El Cairo, y el mismo gobierno egipcio apoyó la construcción, incluso pese a la oposición musulmana. Se escogió este último 15 de febrero como fecha de inauguración de esta casa de oración llamada “La Iglesia de los Mártires Libios”, en honor a estos hombres y a su firmeza de seguir a Jesús.
Lo más asombroso es el mover de Dios en medio de la persecución, puesto que la iglesia está creciendo, se están añadiendo más egipcios al cristianismo. Cada vez más musulmanes abandonan el islam y se convierten a Cristo. Lo que nos recuerda la frase de Tertuliano: «La sangre de los mártires es la semilla de nuevos cristianos».
Fuente: Open Doors