Situada en un barrio tranquilo, la iglesia del pastor Alim* se ha estado reuniendo durante más de 13 años antes de que una mezquita se construyera en la misma calle en la que están. El pastor Alim y su congregación no le dieron mucha importancia en aquel entonces (después de todo, el islam es la religión principal en su país), pero poco después de que la mezquita se construyera, la tensión comenzó a crecer.
“Un día se nos comunicó que 40 de nuestros vecinos habían firmado una petición declarando que ya no querían nuestra iglesia en su barrio”, comparte el pastor Alim. “El gobierno nos notificó que ya no se nos permitía más reunirnos como iglesia debido a un problema de urbanismo”.
A la iglesia ya no se le permite reunirse de forma legal, por lo que ahora deben hacerlo en secreto. Y para hacer esto sin que les pillen por sorpresa tienen que tomar varias medidas de precaución.
En vez de reunirse el domingo, el grupo se reúne los sábados por la tarde. Las mesas se colocan en cuadrado en vez de filas o bancos. Y se pone comida delante de cada miembro. De esa manera, si cualquier vecino o autoridad pasan por allí, parecen un grupo de amigos simplemente comiendo juntos. Cada miembro tiene una copia de la Biblia en su móvil, junto con las letras de las canciones de alabanza. De esta manera, no parece que estén teniendo un servicio de iglesia.
Durante el servicio, la congregación medita en Romanos 5:23-5. Este pasaje se enfoca en cómo el carácter de uno se fortalece y se afina al enfrentarse al sufrimiento. El grupo menciona que el sufrimiento le permite a uno desarrollar un sentido más profundo de empatía por otros. Este pasaje es especialmente aplicable a toda la reciente persecución que la iglesia ha tenido que soportar.
Incluso aunque el pastor Alim ha pensado en maneras creativas de reunirse juntos, todos ellos están aún en grave peligro. “Si me sorprenden dirigiendo un servicio religioso, podría enfrentarme a varios años de prisión. Esto también es así para los otros miembros”, comparte el pastor Alim. “También nos arriesgamos a numerosas multas. Pero merece la pena el riesgo de tener compañerismo juntos”.
* Pseudónimos utilizados para proteger la identidad.