Una fotografía de una Asia Bibi feliz y libre, la mujer cristiana paquistaní que estuvo en prisión bajo pena de muerte por más de ocho años, después de ser acusada de cargos de blasfemia, se volvió viral como retrato de sus memorias y de su libertad.
Bibi, de 47 años, cuyo caso ganó atención internacional durante toda una década, fue vista con la periodista francesa Anne-Isabelle Tollet quien es la co-autora de las Memorias de Bibi en prisión. El libro será titulado Finalmente Libre.
La imagen, que fue publicada en el medio francés Le Figwort, muestra a la periodista abrazando a Bibi por detrás. A Bibi se la ve sonriente como una mujer libre después de años de encarcelamiento. La imagen se volvió viral en las redes sociales con muchas publicaciones en Twitter, dónde los usuarios celebraban y le enviaban sus cálidos deseos a Bibi.
«Tal vez conozcas mi historia a través de los medios, tal vez has tratado de ponerte en mi lugar para entender mi sufrimiento. Pero estás lejos de comprender mi día a día en prisión y por eso, en este libro, lo comparto todo», escribe Bibi en la publicidad del nuevo material.
La casa de publicaciones lanzó un breve extracto en donde Bibi comparte: «¿Cómo podría imaginarme que en 50 años me convertiría en un símbolo global de la lucha contra el extremismo religioso cuando solo soy una simple campesina analfabeta?».
«Desde mi pequeña celda sin ventanas, a menudo me preguntaba por que Paquistán estaba en mi contra».
Durante su encarcelamiento, a menudo los guardias ponían alrededor del cuello de Bibi un collar de hierro bien sujetado. Algunas de las compañeras de prisión de Bibi se compadecían de su plegaria, según cuenta en su libro, dónde también revela cómo se está adaptando a la vida en el Este.
La odisea de Bibi comenzó en 2009 cuando hubo una discusión con un grupo de mujeres musulmanas en un campo de cosecha, quienes increparon a Bibi por beber agua del mismo recipiente que ellas. La acusaron de volver el agua «impura» por ser cristiana. Los musulmanes tienen prohibido beber del mismo recipiente que los cristianos.
Bibi también fue acusada por las trabajadoras del campo de cometer blasfemia y de insultar al profeta Islámico Mahoma, una acusación que ella negó sistemáticamente pero que le valió una sentencia de muerte.
Durante la investigación policial del caso, Bibi fue golpeada brutalmente en su hogar y arrestada por cargos de blasfemia. En 2010, fue sentenciada a muerte bajo la ley de blasfemia en el país. Su caso llevó a un levantamiento de quienes luchan por los derechos humanos y género controversia sobre leyes similares en otros países.
Cuando Bibi tuvo una audiencia ante la Suprema Corte de Paquistán en 2018, protestó respecto a dilatar su sentencia de muerte para así mantenerla en prisión sin razón. Dos políticos que lucharon en favor del caso de Bibi y contra la ley de blasfemia, Salmaan Taseer y Shahbaz Bhatti, fueron asesinados.
Aún después de que Bibi fuera absuelta, se vio forzada a permanecer en Paquistán por varios meses hasta que pudo finalmente salir segura del país y obtener asilo en Canadá, dónde reside actualmente. Su locación exacta permanece en confidencia.
Tollet, quien ha trabajado en Paquistán durante años, ya había publicado dos libros más acerca del caso de Bibi.
Fuente: christianpost.com