Una mujer cristiana pakistaní encarcelada en el corredor de la muerte por mas de ocho años basada en cargos fabricados de blasfemia relató como esa experiencia le ayudó a “crecer fuerte en la fe”.

En un discurso a los abogados de libertad religiosa en el Congreso Internacional de Libertad Religiosa, Asia Bibi, ayudada por un traductor, describió como su experiencia en prisión la transformó de una “cristiana ordinaria” a una defensora apasionada y creyente de la fe.

La prueba de Bibi comenzó cuando unas trabajadoras de campo musulmanes la acusaron de contaminar su suministro de agua al tomar de el mismo contenedor de agua, haciéndolo “impuro” por que los cristianos son vistos como inmundos. Se inició una discusión entre Bibi y las mujeres que escaló a una querella criminal después de que las mujeres la acusaran públicamente de cometer blasfemia al insultar al profeta islámico Mahoma, un cargo que trae consigo la sentencia de cadena perpetua en prisión o muerte por ahorcamiento.

Durante una investigación policiaca de su supuesto crimen, Bibi fue golpeada en su hogar y arrestada. En el 2009, fue culpada y sentenciada a muerte bajo la sección 295-C de la ley de blasfemia de Paquistán.

Ella fue absuelta el 31 de octubre del 2018, y después se le otorgó asilo en Canadá el 8 de mayo del 2019, después de que otros países, incluyendo Inglaterra, decidieron no ofrecerle asilo en medio de la preocupación de un posible levantamiento entre sus poblaciones fundamentalmente musulmanas.

Bibi, quien nunca flaqueó de declarar su inocencia de los cargos que se le imputaban, estuvo entre varias minorías religiosas perseguidas quienes participaron en el congreso de tres días en Washington que tuvo lugar la semana pasada.

“Mi familia y yo estábamos bien anterior al 2009 cuando ocurrió el incidente”, dijo Bibi el jueves, el ultimo día del congreso. Después de enfrentar el alegato de blasfemia, ella fue interrogada en una estación policial y comenzó a “sollozar”. Ella explicó que la “presión pública” jugó un rol en los cargos y sentencia que le dieron. Inicialmente, ella fue encarcelada por cuatro años en una cárcel cerca de su hogar.

Patrick Sookdeho de Barnabas Fund, una agencia cristiana de ayuda y uno de varios grupos de abogacía que patrocinó el congreso, explicó que la ley de blasfemia de Paquistán “ha sido usada por aquellos quienes no están felices con los cristianos o [usada en contra] de un cristiano en particular como un arma para “ajustar cuentas”.

El citó un ejemplo de un tendero quien quería poner un competidor cristiano fuera del negocio, notando que todo lo que tuvo que hacer fue acusarlo de blasfemia porque “la mera acusación por un musulmán de insultar a Mahoma, el profeta del islam, significa arresto automático y juicio”.

El encarcelamiento de Bibi en un cargo de blasfemia es solo un ejemplo de cómo tal acusación puede ser utilizada contra cristianos y minorías religiosas en Paquistán. Bibi, de la cual su nombre de pila es Aasiya Noreen, atribuye la acusación de blasfemia que la llevo a su encarcelamiento por casi una década a una “tensión” entre su familia y “el líder de la aldea” en la cual vivía ella en ese entonces junto con su esposo e hijos. Ella cree que el líder “plantó” el cargo de blasfemia contra ella.

Ella se sintió “totalmente rota” después de ser sentenciada a prisión. Pero pronto enfrento un revés de fortuna, dijo ella.

“Después de una semana de clamor constante al Señor, en una mañana muy temprano yo vi que uno de los pájaros me visitaba…cerca de la misma área donde yo estaba [encarcelada], y me veía como si alguien me estuviera hablando”.

“Al principio, estaba muy sorprendida cuando vi que un pájaro me estaba viendo. Pensé, ‘¿Qué pasó?’” dijo ella. Bibi en ese momento determinó que el pájaro probaba que la afirmación de su padre de que “algunas veces, Dios se revela [así mismo] a alguien en diferentes formas” era cierta.

Entonces Bibi comenzó a hablarle al pájaro. “no sé porque estas palabras salieron de mi boca, pero dije, ‘la paz sea contigo’…estaba hablándole al pájaro”.

Incluso cuando ella enfrentaba la pena de muerte por los cargos falsos de blasfemia, el encuentro de Bibi con el pájaro le permitió ver un resquicio de esperanza: “Esa situación me levantó, y comenzó mi esperanza. Y esta practica continuó por los próximos tres años. A la misma hora, a las 4 a.m., el mismo pájaro me visitaba, y eso me daba ánimos”.

Bibi, quien previamente se caracterizaba así misma como una cristiana ordinaria, dijo que las visitas matutinas de ese pájaro como una señal de Dios “me llevaron a fortalecerme en la fe”.

En la primera cárcel donde estuvo, ella comenzó una rutina de alimentar al pájaro con las pocas provisiones que podía apartar. Lo que ella hacía, dijo ella, “era una practica de tener una olla con agua y algún tipo de comida para ese pájaro que realmente venia a visitarme cada día”.

“Me transfirieron de esa cárcel donde estaba, donde…el pájaro me estaba visitando, a otra cárcel”, continuó ella. “Mi prisión cambió de un área a otra área, pero el pájaro, continuó visitándome en esa cárcel también. Así que comencé la misma practica de alimentarlo…y eso también…me dio valor para crecer en mi fe…estaba compartiendo mi fe incluso también con esos pájaros, y eso me ha llevado a estar más fortalecida en la fe”.

Además de darle crédito a las visitas del pájaro por darle fortaleza y fe, Bibi se regocijaba en los consejos que recibía de su padre durante su encarcelamiento: “No te preocupes por tu vida, si vas a ser asesinada, nunca comprometas tu fe y se fuerte”.

Ella también agradeció a las organizaciones no gubernamentales y a las iglesias por cuidar de su familia mientras ella estaba en prisión. Cuando los hijos de Bibi la visitaban en la cárcel, ella comenta que le dijeron que “las personas estaban orando por mí”.

Sus oraciones fueron respondidas, declaró Bibi, porque fue liberada de prisión en medio de un desarrollo que ella describe como “un milagro”.

Ella hizo énfasis en que su destino no hubiera sido posible “sin la intervención de Dios”. Siguiendo los consejos de su padre, la prisionera Paquistán convertida en activista concluyó su discurso urgiendo a los cristianos “niños, jóvenes y familias en Paquistán” a “crecer en su fe” y “mantenerse fuertes en su fe”.

En su discurso, Sookdeho elaboró en el grado de las leyes de blasfemia en Paquistán.

“En Paquistán hoy en día, hay por lo menos cinco cristianos en el corredor de la muerte por blasfemia”, explicó él. “Hay 20 cristianos en prisión con cargos de blasfemia”. El explicó más en detalle que “Desde 1990, por lo menos 15 cristianos han sido asesinados debido a alegaciones de blasfemia, muchas veces antes de que comience el juicio”.

Sookdeho estresó que los alegatos de blasfemia y el trato duro y discriminación que experimentan los cristianos en Paquistán “no viene del gobierno, por decir así, si no de las instituciones de la sociedad”.

El también aplaudió el gobierno actual de Paquistán por trabajar para eliminar las “practicas de discriminación” contra los cristianos. Pero contendió que mientras el establecimiento religioso continúe “resistiendo el cambio”, los cristianos seguirán estando en una desventaja y “al fondo” de la estructura social rígida del país.

En su testimonio en el congrego, Bibi expresó un deseo de “ser una voz” parra sus “hermanos y hermanas cristianos”.

Después de reiterar que ella quería se “una voz para las personas cristianas, los cristianos en prisión y en dificultades”, la activista llamó a los cristianos alrededor del mundo a “unir manos y permanecer unidos para que podemos ser una voz para nuestros hermanos y hermanas cristianos quienes están sufriendo y ayudarlos a salir de sus situaciones como el Señor lo hizo conmigo”.