La situación de Asia Bibi de una salida segura de Paquistán es preocupante. Bibi había sido condenada a muerte en Paquistán después de ser acusada de blasfemia contra el Islam, pero alcanzó la absolución, aunque se encuentra totalmente aislada debido a las amenazas de los islámicos radicales. A pesar de la situación real, el secretario de Estado del Reino Unido, Jeremy Hunt aseguró que se están llevando a cabo las negociaciones para su asilo.

Hunt contó frente al Parlamento Británico el pasado miércoles: «Asegurar la seguridad y el asilo es prioridad para nuestro gobierno. Estamos manteniendo numerosas discusiones en privado con Paquistán acerca del progreso del caso. Hemos logrado avanzar y estamos esperanzados de que ésto tendrá una resolución favorable.

La mujer de 54 años comenzó su calvario hace 10 años, cuando dos musulmanas compañeras de trabajo la acusaron de beber del mismo recipiente de agua, algo considerado como un insulto por no ser de la misma religión.

Luego de este incidente, Bibi fue acusada de insultar al Profeta Mahoma. En Paquistán, donde el 97% de la población es musulmana, una acusación de blasfemia se condena con la pena de muerte.

La Suprema Corte de Paquistán resolvió recientemente que existían diversas inconsistencias en los testimonios acusatorios contra Bibi y fue absuelta. Pero esto sucitó la ira de la comunidad musulmana.

Aunque Bibi logró su libertad, luego de salir de prisión debió aislarse totalmente ya que su vida corre extremo peligro.

«Los extremistas buscan acabar con Asia,» dijo Obed Robert, amigo del esposo de Bibi, Asihq Masih.

Shampoo Alfred Gill, vicedirector de la organización Minorities Alliance Paquistán enfatizó que mientras Bibi se encuentre en Paquita, no estará a salvo.

«Hemos pedido la intervención de las organizaciones internacionales, así como también de las autoridades paquistaníes, para garantizar la salida segura del país de Asia Bibi.»

En una entrevista con The Mail desde una locación secreta en Canadá, la hija menor de Bibi, Eisham Asihq de 18 años, explicó cuánto extraña a su madre y pidió por su liberación.

«La extraño muchísimo, pienso en ella todo el tiempo, y siempre hablamos por teléfono. Le digo que tenga fe en Dios, pues si Dios pudo sacarla de esa cárcel, también la traerá aquí con nosotros.»

La hija de Bibi contó que no ha podido abrazar a su madre desde hace años y es lo que espera poder hacer en el momento en que ambas se encuentren cara a cara.

«Cuando esté aquí, la abrazaré y llenaré de besos, ese será un día muy especial, lleno de alegría y agradecimiento a Dios,» contó la joven.