Una mujer cristiana de Pakistán quien recientemente fue absuelta de los cargos por blasfemia después de haber estado en prisión en el corredor de la muerte por más de ocho años todavía no puede dejar Pakistán.

Asia Bibi de 54 años, ha sido transferida de una locación secreta cerca de Karachi después de haber sido previamente escondida en otra locación cerca de Islamabad, la capital de la nación, reportó el sábado The Associated Press.

Aman Ullah, quien ha sido el enlace entre Bibi y los diplomáticos europeos, habló con Bibi el viernes y dijo que ella está asustada y frustrada, insegura de cuándo podrá dejar el país. Ella le contó que está encerrada bajo llave en la recamara de una casa. La única vez que las puertas se abren es a la “hora de la comida”. “A ella se le permite hacer llamadas por teléfono en las mañanas y una vez más en las noches. Aparentemente el esposo de Bibi está con ella.

“Ella no tiene indicación alguna de cuándo va a poder irse…ellos no le explican porque no puede irse,” dijo Ullah, quien abandonó Pakistán el viernes en medio de amenazas de extremistas quienes están enojados por su ayuda a Bibi durante todo este tiempo.

La situación de Bibi comenzó aproximadamente hace 10 años cuando dos compañeras de trabajo la acusaron de tomar de el mismo vaso que ellas y se rehusaron a tomar en el después de ella porque es una cristiana.

Después de algún tipo de conflicto, las dos mujeres musulmanas acusaron a Bibi de insultar al profeta islámico Muhammad. En Pakistán, siendo culpada de cometer blasfemia contra el islam el castigo es la muerte.

Ultimadamente La Corte Suprema de Pakistán decidió que había muchas inconsistencias con el testimonio en contra de Bibi, quien siempre ha dicho ser inocente, y eventualmente fue absuelta.

De acuerdo al Ministro de Información Fawad Chaudhry, Bibi está “viviendo con su familia y ha hecho una requisición de seguridad por su seguridad,” y el gobierno está tomando “todas las medidas posibles” para protegerla y a su familia, y “ella es un ciudadano libre después de su liberación de la cárcel y puede moverse a cualquier lugar en Pakistán en en el extranjero.”

Ullah dijo que Bibi le mencionó que las personas asignadas a su equipo de seguridad no le dicen porque sigue escondida.

“En meses recientes, él ha sido asaltado físicamente, hombres armados han abierto fuego contra su hogar y varios radicales religiosos atacaron su hogar. Ulla dijo que él teme ser atacado otra vez o culpado de blasfemia,” reportó la AP.

Las hijas de Bibi viven en Canadá donde a Bibi se le ha concedido el asilo y espera reunirse con ellas.

Rimmel Mohydin de Amnistía Internacional dijo el 29 de enero en una declaración que con el fallo de la Corte Suprema al rehusarse a revertir su decisión sobre Bibi, “ella finalmente debería obtener su libertad y ponerle fin a su calvario.”

“Después de nueve años detrás de las barras por un crimen que ella no cometió, es difícil ver este largo veredicto vencido como justicia. Ella debería ser libre ahora para poder reunirse con su familia y buscar seguridad en un país de su elección,” dijo él.

Mohydin y otros activistas de derechos humanos le han pedido repetidamente al gobierno pakistaní que quite las leyes de blasfemia tan pronto como sea posible, en añadidura a cualquier otra política de discriminación en contra y que ponga en peligro a las minorías religiosas.