Bibi, de 45 años, fue sentenciada a muerte en 2010 bajo cargos de blasfemia, después que compañeras de trabajo musulmanes la acusaran de insultar al profeta islámico Mahoma, algo que ella negó.

Las acusaciones de blasfemia contra Bibi surgieron en junio de 2009, después de un altercado con un grupo de mujeres musulmanas en el poblado de Sheikhupura en la provincia de Punjab. Cuando las mujeres recogían bayas, las musulmanas se enojaron al ver a Bibi beber agua del mismo recipiente del que ellas bebían.

Al ser Bibi de la Fe cristiana, era considerada impura. Después de una discusión entre las mujeres, las musulmanas fueron a la policía y acusaron a Bibi de decirle entre líneas «Mi Cristo murió por mí, ¿qué hizo Mahoma por ustedes?»

Se suponía que Bibi recibiera su sentencia final en Octubre ante la Suprema Corte de Pakistán de sí sería ejecutada o no, pero la decisión fue pospuesta indefinidamente, después que uno de los jueces se recusara a sí mismo y abandonara el caso sin especificar el motivo.

William Stark, manager regional de International Christian Concern, quién lucha por los cristianos perseguidos en el mundo, dijo en una entrevista telefónica que, el caso de Bibi «es el ejemplo máximo del problema que significan las leyes de blasfemia.»

«Afortunadamente, en 2017 la Suprema Corte se rearmará y el caso podrá ser tratado nuevamente,» dijo Stark. «La Suprema Corte sabe que no existen méritos para acusar a Bibi y tendrán que dejarla libre.»

Stark se muestra optimista con el caso de Bibi, debido a que hay nuevas normativas que preservan los derechos de las minorías religiosas, según le explicó su abogado Saif Malook, quien además es musulmán.

Si la Corte rechaza la apelación, Bibi se convertiría en la primera mujer en ser ejecutada por blasfemia.