Dios nos dice como a Moisés:

«Voy a hacer cosas maravillosas que no han sido hechas en ninguna otra nación de la tierra, y toda la gente entre la que ustedes se encuentran verá lo que el Señor puede hacer, pues será maravilloso lo que yo haré con ustedes».

Hay una promesa de Dios para sus hijos este año. El hará con nosotros obras maravillosas y poderosas en medio de un pueblo que desconoce a Dios ¿Cómo serán esas maravillas?
Nunca vistas… «Cosas que ojo no vio ni oído oyó», serán vistas por los que nos rodean.

Serán cosas “tremendas”, es decir, imponentes, asombrosas, pasmosas, enormes, sobrenaturales, gigantescas. Serán hechas a través nuestras vidas, y se desatarán mientras servimos al Señor.

Pero no sólo Dios ha prometido hacerlo, nos corresponde cumplirlas en el poder del Espíritu…

“Y dijo el Señor a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas he puesto en tu mano”.

Dios ha puesto poder en nuestras manos. Tenemos dones, talentos, capacidades tremendas para perdonar, liberar, sanar, reconciliar, edificar, bendecir y hacer señales y maravillas delante de los incrédulos ¡No ocultes tu don! Es tiempo de activarlo, es tiempo de brillar con la luz de Cristo.

Roberto Vilaseca