Un Parque con una multitudinaria concurrencia, celebra los 52 años de la Primer Cruzada de Luis Palau en Colombia.

Es muy emblemática la fecha y el lugar, porque forma parte de la historia del evangelista y de la iglesia evangélica que hoy esta viviendo un verdadero avivamiento dentro de sus congregaciones.

La Gloria de Dios cubrió todos los rincones de esta celebración y cada participante fue impactado por lo que Dios ha realizado en el desarrollo de esta actividad. Se estima unas 180 mil personas que se dieron cita en este cierre magnífico que se vio coronado con unas 12 mil decisiones.

Luis Palau por su humildad, su presencia ya es un icono para la iglesia contemporánea, ahora en su hijo Andrés todos pueden ver que Dios lo está usando a la altura de la circunstancia. En la noche de ayer el mensaje cristocéntrico impacto en los corazones por medio del Espíritu Santo para encontrarse con su salvador.

En un momento el Evangelista Andrés oró por sanidad de los presentes, sin duda Dios obró cuando sabemos de su poder ilimitado.

Mientras escribo esta nota, no puedo quitar de mi mente mi participación en la Cruzada Juventud 77 en Buenos Aires, han pasado 41 años y me sigue emocionando cuando un hombre de Dios hace la invitación y desde la multitud se ven manos levantadas entregando sus vidas a Cristo.

Mientras exista la iglesia, existirán las cruzadas, cambiarán las formas pero se mantendrá ese clima bendito que emociona y nos pone a clamar al momento del llamado de que vidas se entreguen a Jesucristo, y hay gozo en los cielos por un pecador que se arrepiente y esa alegría contagia a la iglesia que está cumpliendo con esta gran comisión.