“Ahora Verás lo que yo haré a Faraón, porque con mano fuerte los dejará ir y con mano fuerte los echará de su tierra y habló todavía Dios a Moisés y le dijo: “Yo soy Jehová”
Éxodo 6:1-2

Muchas veces nosotros, los Seres Humanos somos personas de acción, que como los niños, queremos estar en todo, preguntar todo, comprender todo, hacer todo, y ser el centro de atención. De pronto nos damos cuenta, que al hacer esto, estorbamos el actuar de Dios.

Moisés no era la excepción, y cada vez que se apuró, las cosas no le fueron bien. Después que Dios lo llama, le dice reafirmando que es El que hace todas las cosas, “Ahora verás”.

Moisés aunque no lo creas, “Ahora verás”. No es un cuento, no es una historia religiosa para aprender de memoria. ¡No!, ahora tus ojos van a ver. Es un hecho y no es que el Faraón se va a quedar quietito, no, él mismo los va a echar. Las plagas son fuertes, los milagros de Dios son poderosos y la sangre de los primogénitos corre por Egipto.

El ángel de Dios ha pasado, Dios cumplió Su Palabra, Su Juicio fiel, Implacable. Era Dios, el Eterno, el Todopoderoso que estaba obrando. Los judíos habían visto Su Mano, pero ahora, también los egipcios, lo habían comprobado. Y como si todo esto fuera poco, si quedara alguna duda, le pone la firma y dice: “Yo soy Jehová”. Nadie lo podría negar, ahora todos habrían visto lo que hizo.

El “ahora verás” es también para nosotros. El es el mismo “Ayer, hoy y por los siglos”. Su poder sigue siendo siempre el mismo, pero también Su Amor sigue siendo el mismo. Cada vez que Su Pueblo clama, El escucha como el buen Padre y acude en nuestro socorro como en Jeremías 33: 3 “Clama a mí y yo te responderé…y te mostraré cosas que ojo no vio”.

¡Qué importante es saber que Dios siempre escucha! Aún en las circunstancias más difíciles que creemos que ya no hay más solución, que todo está perdido, siempre El tiene una salida inesperada, increíble, milagrosa! Esto es así, porque El es Jehová, el Dios eterno, el que “era, el que es y el que ha de venir”, el que sabe todo lo que nos pasa. El es aquél para quién nada es imposible.

¡Señor ayúdame para agradecerte por todo lo que me muestras y haces por mí!