Para una adolescente nigeriana, que fue abusada y atormentada por casi un año por no renunciar a su en fe en Jesucristo, la pesadilla no termina a pesar de haber sido rescatada y regresada a su aldea.

Aunque ya está en casa, Esther, como la describen en Puertas Abiertas Estados Unidos, está enfrentando el rechazo por haber sido ‘mujer de Boko Haram’.

Esther fue mantenida en cautividad al norte de Nigeria cerca de un año, después de que su aldea fuera arrasada y sus familiares asesinados por los radicales del Bono Haram.

La mujer cristiana fue presionada pero rehusó a abandonar su fe en Jesús, por lo que fue castigada y abusada en muchas ocasiones por diferentes hombres.

Cuando finalmente fue rescatada por los soldados y pudo regresar a su aldea, se encontró con casi el mismo trato de parte de los suyos, algo que sufren las mujeres que quedaron embarazadas de algún miembro de Boko Haram.

Su familia y amigos la rechazaron, creyendo que su bebé lleva ‘la sangre malvada de su padre’, una creencia asociada a la brujería que predomina en esa parte del país. La gente llama a la bebé ‘Boko’, aunque su madre le puso de nombre Rebeca.

Esta es una suerte que corren las mujeres que han sido forzadas a casarse con los miembros de Boko Haram o que quedaron embarazadas producto de las violaciones y los abusos de este grupo, según un reporte.

Al menos 3,000 mujeres y niñas han sido secuestradas por el grupo terrorista desde 2009. Los radicales, que dicen estar aliados con el Estado Islámico, han estado asesinando cristianos y civiles por todo el país, y por Camerún, Chad y Niger.

Mujeres y niños han sido abusados por Boko Haram, pero a veces también han sufrido a manos de soldados que se suponía debían protegerlos, según revela un reporte de Amnistía Internacional.

«Los soldados, nos ultrajaron, nos dijeron que deberíamos abandonar nuestras aldeas. Ellos dijeron que sería más seguro para nosotros y que nos darían un lugar donde quedarnos. Pero cuando fuimos con ellos, abusaron de nosotros,» dijo una mujer de 35 años, de nombre Yakura.

«Se llevaron detenidos a nuestros esposos, y a las mujeres nos violaron,» agregó Yakura.

Amnistía internacional entrevistó a más de 250 personas en un período de dos años para preparar este reporte, determinando que cientos de mujeres y niñas, que habían sido rescatadas, terminaron maltratadas por los soldados.

Puertas Abiertas ha estado proveyendo consejería para hechos traumáticos, para Esther y para otras víctimas de Boko Haram y las iglesias locales están brindando ayuda a quienes han sido rechazadas por sus familias.

A Esther y a otras mujeres se les alentó a escribir todo aquello que les pesaba en un pedazo de papel y clavarlo en una cruz.

«Cuando clavé ese pedazo de papel en la cruz, sentí que le entregaba toda mi angustia a Dios,» dijo Esther.

La madre adolescente está aprendiendo a encontrar paz a pesar del horror que sufrió y del rechazo de su comunidad.

«Algunos que solían burlarse de mí, se han acercado a preguntarme mi secreto,» contó Esther. «Les dije que había perdonado a mis enemigos y que puse mi confianza en que Dios se encargaría de ellos en su Tiempo.»

Esther ahora vive con sus abuelos, y está recibiendo el apoyo que necesita. Cuenta que su bebé es todo para ella.

«Rebeca se ha convertido en mi alegría y gozo en medio de la tristeza,» concluyó.