Para Mary Hasson, todo comenzó en 1996 con una pequeña banda de “activistas transexuales”, quienes se reunieron en Houston.
Fue una en esa reunión que fue creada la Ley Internacional de Derechos de Género, un documento el cual declaraba, entre otras cosas, que los humanos “tienen el derecho de definir su propia identidad de género sin importar el sexo por cromosomas” o genitales; el derecho a “cambiar sus cuerpos cosméticamente, químicamente, o quirúrgicamente”, y el derecho de entrar en contratos matrimoniales y tener hijos.
“Y a nadie le importó”, Hasson una abogada y miembro del Centro de Ética y Póliza Publica en Washington, D.C., le dijo al CP en su evento de Adoctrinamiento Generacional en Dallas. “Fue un documento que fracasó, no recibió atención. Eso fue en 1996”.
“Adelantémonos hasta hoy: aquí tenemos esas mismas creencias que ahora son política de la Administración Biden. Y no te equivoques, este es un sistema de creencias. Es una creencia sobre quienes somos como seres humanos”.
Hasson estuvo entre los oradores en el primer panel de evento y alertó que la ideología transgénero es una “evento global” que está formando nuestro mundo desde el campo del idioma hasta los campos de la ley y el cuidado de salud.
Llamando al movimiento un “peligro para las mujeres”, Hasson apunto a la captura ideológica de la academia y medios y el declive en la religión como factores de papel clave en el esparcimiento del movimiento trans.
“De pronto, tienes una cultura que todavía estaba buscando significado, pero no tenía la respuesta y estaba mucho más dispuesta a creer”, dijo Hasson. “Así que ahora nos estamos enfrentando a una situación donde un concepto básico como sexo – que sabemos lo que es, es la diferencia entre macho y hembra, es un término biológico – sexo en la ley está siendo redefinido para significar identidad de género”.
Desde la “salida del closet” del ex medallista de oro olímpico Bruce Jenner como Caitlyn Jenner en el 2015, el transgenerismo ha crecido exponencialmente, particularmente en el Oeste.
De acuerdo al Instituto Williams de UCLA, el número de personas jóvenes quienes se identifican como trans se ha duplicado solo en los últimos años, mientras que una de cinco personas quienes se identifican como trans están en la edad de entre 13 a 17 años.
Y debido a la subjetividad de la identidad de género, Hasson dijo que el movimiento trans es una terrible amenaza a las mujeres en particular.
“La identidad de género es un sentimiento”, explicó ella. “Es completamente subjetiva – no puedes hacer pruebas para identificarla, no la puedes probar, necesita ser declarada.
“Cuando haces de eso una categoría legal, lo que estás haciendo es que estás asegurando que las mujeres, en particular, perdamos todos esos derechos que tenemos con las leyes de discriminación”.
La amenaza hacia las mujeres puede ser más aguda, quizás sorprendentemente, en el sistema de prisión americano, donde estados de afirmación de sexo como California, los hombres biológicos – incluyendo ofensores sexuales en serie – son alojados en cárceles para mujeres.
Hasson dijo que debido a que esta ideología es empujada a través de nuestro sistema de educación pública, posee una amenaza directa al cristianismo bíblico.
“Está condicionando a las personas a creer algo que es fundamentalmente incompatible con las creencias cristianas”, dijo ella.
En su libro del 2018 titulado, Get Out Now: Why You Should Pull Your Child from Public School Before It’s Too Late (Sal Ahora: Por Qué Deberías Sacar a Tu Hijo de la Escuela Publica Antes de que Sea Muy Tarde), Hasson y la coautora Dra. Theresa Farnan, urgen a los padres a dar de baja a sus hijos de las escuelas públicas, haciendo notar acciones que se estaban tomando en ese tiempo bajo la administración Obama.
Desde entonces, dijo Hasson, los educadores están abogando abiertamente por confusión de la identidad de género entre los niños tan jóvenes como pre Kínder y Jardín de Niños, “diciéndole literalmente a los niños que ellos deciden si son niños o niñas”.
“Ellos le están enseñando a nuestros hijos que sus sentimientos determinan la realidad, lo cual, como padres, sabemos que es algo peligroso” añadió ella. “Pero no solamente se les enseña, es algo que se enfuerza”.
A pesar de que ha habido “puntos brillantes” de resistencia en años recientes – tales como padres que han “despertado” a lo que está sucediendo en sus escuelas públicas y demandando que las juntas escolares y legisladores trabajen para abordar estos problemas – Hasson dijo que todavía hay mucho que hacer.
“Es realmente difícil ver como estos cambios van a hacer la diferencia para un niño quien está allí ahora, porque es algo que les está llegando apenas”, añadió ella. “Ellos creen algo que no es verdad, y no solo no es verdad, es muy, muy peligroso”.