Un nuevo estudio encuentra que la abrumadora mayoría de los que leen la Biblia al menos tres veces al año, han experimentado una transformación como resultado de sus encuentros con las Escrituras, junto a una minoría de cristianos que interactúa con menos frecuencia.
La Sociedad Bíblica Americana lanzó el séptimo capitulo de su reporte anual número 12 “Estado de la Biblia” el miércoles, que se enfoca en el “uso de la Biblia”. La encuesta a 2598 adultos que se llevó a cabo durante el 10 al 28 de enero, define a los “usuarios de la Biblia” como quiénes dijeron interactuar con más Escrituras al menos tres o cuatro veces al año.
Entre el grupo de “usuarios de la Biblia”, el 92% respondió de manera afirmativa cuando se les preguntó si “el mensaje de la Biblia había transformado sus vidas”. Solo el 8% comentó lo contrario. Por contraste, una mayoría de los que respondieron en la categoría de no “usuarios de la Biblia” (62%) no veía el mensaje de la Biblia como fuente de transformación para sus vidas, mientras que el 38% si.
John Farquhar Plake, director del ministerio de inteligencia para la Sociedad Bíblica Americana, reaccionó a los descubrimientos de la encuesta en un comunicado: “Aunque hemos reportado una caída en la lectura de la Biblia, cerca de 60 millones de personas que tienen contacto con la misma al menos tres veces al año, dijeron que había tenido un impacto transformador en sus vidas. Nuestra encuesta muestra que una interacción consistente con la Palabra de Dios nos cambia”.
“Cómo Iglesia, debemos mostrar en cada oportunidad a nuestros vecinos el amor transformador de Jesús – que se encuentra en cada palabra de la Biblia”, agregó Plake.
Mucho de los aspectos del reporte de “Estado de la Biblia” específicamente examinó las prácticas de los usuarios de la Biblia. La encuesta pidió a los “usuarios” identificar sus métodos del uso de la Biblia, encontrando que el 48% del grupo “leia varios libros a la vez”. 40% de los usuarios leía pasajes según su humor, 32% leía capítulos enteros o historias de una sola vez, 26% seguían un esquema, plan o programa para leer y el 22% leía la Biblia todos los días a la misma hora.
Mientras los hombres preferían leer capítulos o historias completas de la Biblia de una sola vez, las mujeres preferían los otros métodos de lectura. La encuesta también examinó las maneras de uso bíblico en tres categorías de respuestas, clasificadas en base a ”14 tópicos acerca de la frecuencia del uso y el impacto y centralidad del mensaje”.
Las escrituras se conectaban con los encuestados, aquellos con más altos puntajes eran más propensos a leer capítulos enteros o historias bíblicas, en comparación a los que tenían menos puntos.
Más del doble de los comprometidos con la lectura (37%) seguían un esquema, plan o programa que los que lo hacían según el humor (19%) y los que no leían casi nada (13%). Los que lo hacían esporádicamente, tenían la tendencia a elegir pasajes basados en su ánimo (40%) y leer unos pocos versos a la vez (50%) que los más comprometidos. 49% de los comprometidos leía varios versos a la vez, mientras que el 39% elegía pasajes según el ánimo.
Además, el estudio reveló que leer la Biblia impresa era más común a la hora de interactuar con las Escrituras, con el 69% citando el método tradicional para exponerse a la Palabra. Más de la mitad dijo que usa aplicaciones en dispositivos electrónicos (48%), ven programas bíblicos (46%), buscan contenido bíblico en la web (46%), se enlistan en un devocional (29%) o escuchan predicas (28%).
Al ser clasificados por la edad demográfica, la mayoría de los adultos de 58 años o más (75%) así como los de 18-27 (65%) reportaron leer de una Biblia impresa en el mes previo a la encuesta. La mayoría de los jóvenes usaron aplicaciones (53%) y buscaron en internet (57%), mientras que el 35% usaron métodos tradicionales y modernos.
Un alto número de usuarios adultos (46%) adoptó un plan de lectura en el mes antes de la encuesta, junto a un 35% de los jóvenes. Por otro lado, más jóvenes (32%) vieron programas bíblicos, en comparación con los adultos (23%).
La encuesta también investigó también si las personas eran capaces de “perdonar sinceramente a quien les haya hecho algo, sin importar si les pedían o no disculpas”. 47% de los comprometidos con las Escrituras respondieron positivamente con entusiasmo, y 47% dijo que si. Solo un 4% dijo que no podía y un 2% que no lo haría.
La abrumadora mayoría de los que leen esporádicamente dijo que si perdonaría, seguido por un 20% que no lo harían y 4% que no querían perdonar. 48% de los que no leen la Palabra tal vez perdonarían a quienes les ofenden, un 30% no y un 10% estaban totalmente en contra.