Mas de 80 cristianos nigerianos han sido masacrados por manos de radicales islamicos granjeros este mes, en lo que organizaciones cristianas describen como violencia ‘inhumana’, ya que sobrevivientes declararon ser atacados con machetes.
Grupo de ayuda en persecución International Christian Concern dijo el lunes que mas de 80 cristianos murieron en Benue State desde el 1° de enero, con 50 muertes en Logo y otras 30 en el Condado Guma.
El tiroteo y el ataque con machetes fueron llevados a cabo por granjeros Fulani, musulmanes nómadas, quienes se establecen a través del país, y que en los últimos años han tenido como víctimas a los granjeros cristianos que se encuentran en el camino.
Sobrevivientes describieron algunos ataques, explicando como fueron acorralados por los Fulani armados el 3 de enero.
Los Fulani «abrieron fuego contra nosotros, matando a tres de los nuestros y dejando a uno herido de bala en el pecho para que muriera desangrado.»
Otro sobreviviente, ‘Peter’, un cuidador de ganado local, dijo que los atacantes, quienes fueron tras él, eran personas con las que interactuaba en la comunidad.
«Yo les llamé por el nombre y traté de quitarles el machete que traían en sus manos, pero no pude. Me sobrepasaban en fuerza y empezaron a cortarme,» dijo Peter, quien ahora se encuentra en el hospital recibiendo cuidados por sus heridas.
Los oficiales en Benue pasaron un dictamen el año pasado en un intento de terminar con la violencia de los Fulani, pero hasta ahora todos los esfuerzos ‘fallaron’.
El Rev. Musa Asake, Secretario General de la Asociación Cristiana de Nigeria, reclamó mayores medidas, remarcando la ‘grave situación’ de los continuos ataques a creyentes en el país, todos a manos de Fulanis, y otros extremistas, como Boko Haram.
Asake dijo que Benue, en particular, ha visto ‘horrendos e inhumanos ataques’ desde 2013, y acusó al gobierno de, no solo no hacer nada para proteger a los ciudadanos, sino por colaborar con los violentos en algunos casos.
Hablando del ataque de Año Nuevo en Llorin, el Secretario general dijo que los agentes de seguridad se rehusaron a intervenir mientras tres iglesias eran quemadas.
«Este comportamiento sugiere complicidad entre las unidades de seguridad y los extremistas musulmanes operando bajo las fachadas de Fulanis y Boko Haram.
Prueba de esto fue el bombardeo de la Fuerza Aérea Nigeriana al Campamento Cristiano IDP en enero de 2017, que tuvo un saldo de 200 refugiados cristianos muertos, y que el gobierno disfrazó de accidentes
La ACN acusó al presidente Muhammadu Buhari de fallar en preservar la Democracia en Nigeria.
«Bajo el gobierno de Buhari, las masacres de los ganaderos Fulani gozan de una protección sin precedentes y de favoritismo en la repartición de tierras,» remarcó en un comunicado.
«En lugar de arrestar y sentenciar a los Fulani, las fuerzas de seguridad usualmente protegen a cualquier musulmán en sus ataques con impunidad sobre el pueblo nigeriano.»
Por su parte, Buhari insiste que se toma muy en serio los ataques, y que su gobierno hace todo lo que puede para mantener el control y el orden.