¡Bienvenidas a nuestro espacio, al de cada semana, hoy es un día para conmemorar y reflexionar!
Hoy no es un día igual a otro, ninguno debiera serlo; sólo que nos aúna de manera especial por un motivo particular: el Día internacional de la Mujer. Este acontecimiento conmemora la lucha incipiente por su participación e inserción en la vida social, la reivindicación en la igualdad de sus derechos y el respeto por su vida integral.
Podemos hoy recordar las hazañas de grandes mujeres que han dejado su huella en la historia por levantarse en la lucha por la defensa de sus derechos, por pronunciarse ante los atropellos; ante la disparidad de oportunidades, etc.
El ideal de todas es querer un mundo mejor que nos permita crecer y desarrollar el potencial que Dios nos ha dado. Respetando el derecho a la vida propia y de nuestros hijos por nacer; la opinión del otro, la diferencias manifestando la templanza y la empatía.
Hoy es un buen día para recordar al primero que reivindicó los derechos de las mujeres, nuestro Señor Jesucristo, él es el mejor modelo de trato ameno, amable, sabio, paciente, respetuoso y bondadoso. Él dignificó lo que muchos menospreciaban, aquello frágil que merecía cuidados y amor.
Si bien los tiempos que corren han traído un cambio de cosmovisión, no podemos dejar de pensar en que un mundo mejor es posible, siempre que no nos alejemos de lo que las Escrituras establecen. El respeto y el amor por el prójimo y uno mismo, deben ser la base de una vida fructífera transversal en la comunión y la participación en ciudadanía, en la buena convivencia, en la mano amiga que se extiende a quien la necesita, así como Jesús lo hizo con nosotras. Eso nunca debiéramos olvidar, si él nos otorgó el perdón, salvación y oportunidad, debemos reproducir y seguir esas pisadas.
La fe en Jesús es la mejor carta de presentación que nos debe representar, nuestra confianza estará de esta manera fundamentada en lo eterno, en lo verdadero, en lo imperecedero y aquello que reproduzcas tendrá evidencias sólidas ¡Su amor es real!
Mujer sos valiosa, hermosa, resiliente, persistente, amada y pensada desde la eternidad con grandes propósitos. ¡Llegó el tiempo de brillar con la luz de Cristo, para manifestar Su amor, su gracia, su poder y sus milagros!
Dios te bendice.
Laura Galeano.