El 20 de diciembre de 2009 fue uno de los días más oscuros de Sintayehu. Los extremistas asesinaron a su esposo, Marcos Lagiso, fuera de su casa. Sus compañeros creyentes creen que fue asesinado por la asistencia financiera que otorgó a su iglesia después de un ataque sufrido en septiembre de 2008. El trágico evento la llevó a ahogarse en un mar de frustración y quebrantamiento.

Hacer frente a la muerte repentina de Marcos parecía ser imposible. Sintayehu también se preguntaba cómo haría para mantener a su gran familia. Además, el enojo de los extremistas hacia su familia seguía presente y sabía que debía mudarse. Y por si fuera poco, le quedaba enfrentarse a los desafíos de ser madre soltera.

Otra situación que le causó gran preocupación fue ver a uno de sus hijos alejarse de Dios. En 2011, uno de sus hijos, Tekalign, estuvo envuelto en un accidente de tráfico en el cual murieron dos personas, lo cual causó gran dolor en la familia. En noviembre de ese año, la tragedia reapareció cuando otro de sus hijos, Abush, murió a causa de una explosión accidental en el trabajo. Pero ahí no acabaron los problemas. Hace poco, la familia se enteró de que el asesino de Marcos fue liberado de la cárcel tras haber cumplido solo la mitad de su condena de 15 años.

A pesar de las trabas, Sintayehu ha visto aumentar cada vez más la misericordia de Dios a través del apoyo y la compañía que ha recibido, junto con sus hijos, en todos esos momentos de dolor.

Al poco tiempo del asesinato de su marido, colaboradores de Puertas Abiertas visitaron a Sintayehu para consolarla y orar con ella. También comenzamos una campaña de envió de cartas donde la gran familia cristiana pudo mostrar su amor hacia ella a pesar de la distancia. Otros colaboradores alrededor del mundo viajaron con Puertas Abiertas para visitar a la familia y bendecirlos. También quisimos cubrir en oración de una forma especial la situación de su hijo alejado de Dios, el cual volvió a los caminos del Señor.

Sintayehu pudo asistir a un seminario de consejería post-traumática creada por Puertas Abiertas para asistir a las viudas. Allí aprendió que el dolor no es en vano y que su situación podría ser de ayuda para consolar a otras personas que pasan por lo mismo. Además de esto, la hemos ayudado económicamente durante muchos años, dándole la oportunidad de comprar una casa en otro lugar para que la familia pudiese estar junta en esta nueva etapa de sus vidas.

El ánimo de Sintayehu ha mejorado mucho ahora e incluso se ha animado a abrir un restaurante para poder mantener a su familia.

“Le agradezco a Dios. Después de la muerte de mi marido, mucha gente me ha dado ánimo y ha orado por mí. Les agradezco el apoyo. Salmos 20:1-2 es una palabra de aliento para mí. ‘Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga’. De hecho, Dios os ha enviado en mi momento de dificultad para consolarme y apoyarme. Dios os bendiga. Dios otorgue eterna morada en su reino a aquellos que han orado por mí y han hecho posible que llegue este apoyo”.