Aunque han pasado meses desdeque el Estado Islámico fue desterrado de las ciudades cristianas de Irak, cerca de 80,000 cristianos faltan aún regresar y permanecen desplazados dentro del país, mientras el invierno se acerca, según reportó una ayudante humanitaria muy prominente.
Juliana Taimoorazy, una cristiana asiria fundadora del Concilio de Ayuda Cristiana, y servidora en el Proyecto Philos, contó en una entrevista que cerca de 50,000 cristianos han regresado a sus hogares en la planicie del Nínive, desde que la zona fue liberada de ISIS.
Sin embargo, advirtió que la mayoría aun se encuentra desterrada de sus hogares y busca refugio en los campamentos al norte de Irak, ya que no pueden regresar pues necesitan ayuda para reconstruir sus hogares y aldeas.
«Michos huyeron de Irak. Fueron hacia Turquía, hacia Lebanon, hacia el Jordán. En Turquía hay alrededor de 45,000 cristianos, en Irak cerca de 20,000. En el norte de Irak quedan entre 80,000 y 100,000 desplazados por toda la zona.»
Taimoorazy agregó: «Aunque estos no son números oficiales, pues no hay forma de contabilizar de una manera precisa, estas cifras han sido provistas por las organizaciones de ayuda humanitaria en la región.»
A pesar de que las Naciones Unidas y Estados Unidos no han organizado la ayuda oficial en la reconstrucción de las aldeas, numerosas organizaciones cristianas sin fines de lucro, están tratando de asistir a las víctimas en el proceso de regreso.
Estas organizaciones han llevado a cabo esfuerzos para recaudar fondos que provean asistencia a los desplazados que desean volver a sus aldeas.
«Las escuelas están comenzando a funcionar de a poco. Hay un hospital que ISIS no destruyó y ha empezado a dar asistencia mínima. Las personas se reúnen en lo que quedó de las iglesias. Para Navidad, planean celebrar de forma masiva, en unidad y comunidad,» contó Takmoorazy.
La zona está bajo la protección de la única milicia cristiana reconocida por el gobierno en Bagdad, la Unidad de Protección de la Planicie del Nínive (NPU). Taimoorazy contó que la NPU fue clave para que las Fuerzas Iraquíes de Seguridad liberaran la zona de Baghdedeh y Bartella.
Además de la reconstrucción se los edificios, se necesitan restaurar todos los sistemas se agua en la zona. «No Hay agua corriente en la aldea, durante el verano y el otono tuvimos que cavar pozos para que la gente tuviera qué beber.»
«Lo que la gente no sabe es que lidiamos con la burocracia, y aunque gobiernos como el de Estados Unidos envían ayuda, el papeleo toma tiempo,» remarcó Taimoorazy.
«Mientras esperamos que llegue el dinero para la reconstrucción, hacemos todo lo que podemos con los recursos que tenemos disponibles.»
Taimoorazy contó que la organización está recibiendo donaciones online para ayudar en el restablecimiento de las aldeas cristianas.
$50, $20 o inclusive $10 ayudan y mucho. Se necesita U$100 para alimentar a una familia de cuatro por todo un mes. Estamos desesperados por conseguir recursos y poder ayudar a estas personas.»
Taimoorazy explicó que los cristianos iraquíes se sienten ‘traicionados por sus hermanos de occidente’.
Sumado a la falta de ayuda, la comunidad cristiana Iraquí ha comenzado a sufrir la presión de la presencia iraní en la zona.
«Estos cristianos están tan golpeados que cualquier ayuda es bienvenida. No les agrada la presencia iraní. Están nerviosos pues no quieren que Irak se convierta en parte de la República Islámica de Irán,» dijo Taimoorazy, quien justamente huyó del régimen opresivo de Irán y fue refugiada religiosa para después convertirse en ciudadana estadounidense. «Yo nací allí, y conozco la opresión y devastación que causaron sobre el pueblo cristiano.»
Taimoorazy destacó que para combatir la presencia iraní en la zona, es vital que las aldeas cristianas sean reconstruidas para mostrar «un poder simbólico de la comunidad.»