Extremistas Islámicos asesinaron a cinco trabajadores cristianos, al tirarlos de un bote en el Lago Kyoga de Uganda, según fuentes.
Los evangelistas de Ministerios Palabra Final de los Tiempos, estaban viajando el 10 de agosto del distrito de Nakasongola hacía Apac en un bote de transporte comercial, para plantar una iglesia en el área de Aduku, según cuenta uno de los cristianos que logró sobrevivir.
El sobreviviente, Amos Kyakulaga, decano en la Iglesia de Namutumba, quien actuaba como guía, dijo que los cinco evangelistas comenzaron a proclamar a Cristo al grupo que vestía ropas Musulmanas en el bote.
“Por nuestra cuenta, Tonny Akunda comenzó a predicar a las personas en el bote, lo que resultó en una gran discusión entre los musulmanes y los misioneros, concerniente a nuestro Señor Jesucristo y su status de Hijo”, dijo Kyakulaga.
Él contó que uno de los Musulmanes, identificado como Bashir, comenzó a amenazar a los cristianos, diciendo, “Si continúan insistiendo que Jesús es el Hijo de Dios, entonces Alá les matará”.
Citando las Escrituras, los evangelistas continuaron afirmando que Cristo era el hijo de Dios, y según Kyakulaga, Bashir les dijo: “Les damos un último minuto para frenar su blasfemia y convertirse, confesando la Shahada (credo Islámico), o sus vidas están en riesgo”.
Cuando los cinco evangelistas se rehusaron a renunciar a Cristo, los musulmanes tomaron a los creyentes y les echaron del bote uno por uno, dijo Kyakulaga. Aunque el lago tiene una profundidad de 4 a 5.7 metros y solo faltaban 200 metros para llegar a la orilla, los cinco hombres se ahogaron.
Los 10 Musulmanes a bordo acordaron asesinar a los cristianos, y nadie ni siquiera el piloto hicieron algo para impedirlo, reclamó Kyakulaga.
Los hombres le preguntaron si estaba con los misioneros, y le dejaron tranquilo cuando les dijo que no formaba parte del grupo de la iglesia. Cuando el bote llegó a la orilla, él tomó una motocicleta hacia la iglesia en Aduku, de dónde se había invitado a las víctimas, y junto a un anciano buscaron ayuda de las autoridades locales y de un grupo de pescadores para encontrar los cuerpos en el lago.
Los medios de prensa han logrado obtener las fotografías de los cuerpos de las cinco víctimas: Ankunda, de 44; Peter Agaba, de 28; Juliet Ashaba, de 39; Johnson Karungi, de 27; y Julius Lweere, de 52.
La policía ha contactado a los oficiales en Nakasongola y a los líderes que enviaron a los cristianos.
Junto a Bashir, otros dos sospechosos fueron identificados como Jamil Budde y Juma de Nakasongola.
El ataque fue el último de muchas instancias de persecución a Cristianos en Uganda que se han documentado.
La Constitución de Uganda y otras leyes garantizan la libertad religiosa, incluyendo el derecho de propagar la fe personal y convertirse de una fe a otra. Los musulmanes representan no más del 12% de la población de Uganda, con grandes concentraciones al este del pais.