Extremistas Fulani armados atacaron unas aldeas de granjeros en el estado de Kaduna, Nigeria, dónde al menos 20 personas fueron asesinadas en una serie de ataques la semana pasada.
El Presidente Nacional de la Asociación de Desarrollo Adara, Awema Maisamari, anunció el pasado viernes que cuatro días de ataques del 18 al 22 de Mayo, tuvieron como blanco aldeas de el área local de Kajuru y que ha dejado como resultado al menos 20 muertes.
«Fueron ataques diarios y destrucción desde el lunes al jueves en toda la región», dijo Maisamari al periódico El Golpe.
Los Adara, un grupo mayoritariamente cristiano, es uno de los grupos étnicos más grandes en el sur de Kaduna.
Maisamari dijo que «los miembros traumatizado de la comunidad están en extremo dolor» y «preguntándose porqué esta anarquía es totalmente tolerada por el poder aún».
«Desde enero, los asesinatos, los ataques, los incendios, y secuestros han continuado sin cesar de aldea en aldea», dijo. «Han habido 63 ataques terroristas y secuestros de civiles, más de 107 personas asesinadas, cerca de 49 heridas, más de 66 hombres, mujeres y niñas secuestradas y más de 100 casas quemadas. Treinta y dos aldeas destruidas y 20.000 personas desplazadas, especialmente en las últimas dos semanas».
Una residente de Kajuru, Alheri Magaji quien lidera la organización Ayuda Resiliente e Iniciativa al Diálogo y que además es la hija del líder Adara, contó que oyó de al menos cinco personas asesinadas en los últimos ataques en Kajuru, además de miles de desplazados locales.
«Estos últimos literalmente no tienen qué comer mañana», dijo. «He estado haciendo llamadas para ver qué podemos conseguir de ayuda».
Aunque ella ha oído de cinco muertes en las últimas horas, podrían ser muchas más que aún se desconocen, ya que los Fulani aún continúan en algunas aldeas, impidiendo así a los residentes buscar ayuda.
Según los datos que Magaji maneja, hay al menos 51 personas desaparecidas en Kajuru como resultado de la última ronda de ataques.
Magajin también contó que muchos de los desplazados están viviendo con familiares o amigos pero otros se vieron obligados a refugiarse en edificios abandonados y hasta bajo los árboles.
En toda la región agrícola del cinturón medio de Nigeria, los ataques de los radicales Fulani a las comunidades cristianas granjeras han aumentado significativamente.
El Departamento de Estado de Norteamérica ha agregado al país a la lista «de cuidado especial» en Diciembre, como un país que tolera la violación severa a las libertades religiosas y el poco efecto accionar del gobierno local para poner fin a la violencia.
Puertas Abiertas Estados Unidos ubica a Nigeria en el puesto 12 de la lista mundial 2020 de países peligrosos para cristianos.
En la imagen: Los desplazados internos en la aldea Rimau de Kajuru, área del gobierno local en el estado de Kaduna de Nigeria, cocinan alimentos que les fue donado el 25 de mayo de 2020.
Fuente: The Christian Post
Photo by: Peter Jonathan / The Christian Post