Dos estudiantes de 10 años de edad fueron suspendidos cinco días del colegio, después de ser acusados de usar «lenguaje homofóbico» cuando objetaron el mes del Orgullo Gay en la escuela primaria a la que asisten.
El Centro Legal Cristiano reportó que Susan Papas, directora de la Escuela Primaria Heavers Farm en Londres, fue denunciada a las autoridades locales por los padres de Farrell Spencer y Kaysey Francis-Austin, ambos de 10 años.
Los padres insisten en que los niños no usaron palabras homofobicas, simplemente pidieron ser excusados de una actividad que una «maestra de visita» había traído en alusión al Mes del Orgullo Gay, pues no querían participar por razones de creencias.
Supuestamente, en el informe entregado por las autoridades de la escuela, la maestra no identificada acusó a los niños de decir que «los homosexuales deberían morir».
A Kaysey se le acusó de decir que «los homosexuales tienen al diablo dentro de ellos y deberían ser asesinados», y a Farrell de que «merecen la muerte o la prisión».
Según el Centro Legal Cristiano, el incidente comenzó cuando Farrell se negó a realizar una actividad de colorear la bandera del Orgullo Gay. Farrell le dijo a la «maestra visitante» que era cristiano y no quería tomar parte en dicha actividad. Sin embargo, la maestra no le otorgó el permiso a Farrell y alegó que la actividad era obligatoria para la clase.
Sentado junto a Kaysey, Farrell dijo que no lo aceptaría por ser cristiano. La maestra le preguntó a ambos niños si los homosexuales deberían morir. Farrell contestó que él no deseaba que murieran pero que él podría ser castigado si se involucraba con los homosexuales en su país.
Farrell contó que él era Africano y Jamaiquino de herencia, lugares donde se practica la fe cristiana y la homosexualidad no es aceptable.
Después de la clase, la maestra los acusó de insultar a los homosexuales, algo que los pequeños niegan rotundamente.
Los niños contaron que la directora les gritó en frente de toda la clase y les dijo que ambos eran una «decepción para la escuela».
Papas luego puso a Farrell y a Kaysey en diferentes salones. La directora le preguntó a Kaysey porqué había dicho que deseaba la muerte de los homosexuales, a lo que Kaysey respondió que no había dicho tal cosa, pero la directora creyó en las palabras de la maestra y no de los niños.
Representados por el Centro Legal Cristiano, los padres de ambos niños presentaron cargos de exclusión citando que el reglamento prohíbe expulsar a niños del sistema escolar por razones que no tienen que ver con la disciplina.
Los padres -Karen Francis-Austin y Lisa Spence- insisten en que la versión de sus hijos es apoyada por los testimonios de sus compañeros de clase que presentaron lo sucedido.
«La imposición de los 5 días de exclusión carece de imparcialidad y justicia… lo básico para justificar semejante sanción,» dijeron los padres.
«Se ha actuado de manera totalmente contraria al Reglamento Escolar; el cual busca precisamente evitar la discriminación basada en creencias, y fomentar las buenas relaciones fundadas en la tolerancia y aceptación.»
Los padres también destacaron que se violó el pedido expreso de los tutores a evitar que sus hijos participen en cualquier actividad con perspectiva de género. Para ello citaron la sección 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos que establece que las escuelas no pueden forzar actividades educativas que vayan en contra de la educación dada por los padres.
En un comunicado oficial, la escuela defendió su posición.
«No toleraremos ningún tipo de violencia, o amenaza en contra de los miembros de nuestra comunidad y tomaremos las medidas necesarias para proteger a nuestros estudiantes y al plantel docente.»
Esta no es la primera vez que Papas queda bajo conflicto debido a temas de homosexualidad.
El año pasado, los padres habían pedido su renuncia después de que planeara un desfile en la escuela imitando la Marcha del Orgullo Gay. Aunque el desfile fue suspendido, sí se hicieron actividades menores dentro de las aulas.