Predico en muchos lugares diferentes y he estado involucrado en Evangelismo y levantamiento de Iglesias por casi cuatro décadas.
A menudo encontré que no es el Evangelio lo que hace a la gente alejarse, sino aquellos que llevan el mensaje. Creo que el liderazgo de la Iglesia debería remover la mayor cantidad de piedras de tropiezo posibles para que la humanidad alcance la salvación.
Los siguientes 12 puntos están basados en conversaciones que he tenido con líderes millennials así como también con personas comunes en las calles.
1. Un énfasis desmesurado en el dinero
He estado en algunos servicios dónde este punto era tratado por más de treinta minutos. También he sido testigo de servicios dónde se levantaba ofrendas en tres o más oportunidades. Ésto le da la impresión a la gente nueva de que el liderazgo de la Iglesia está más preocupado en juntar dinero que en predicar el Evangelio. También abre las sospechas de porqué la Iglesia hace tal cosa. Creo que la administración del dinero es algo que debe ser enseñado regularmente. En momentos, la donación debería ser un foco en las reuniones, pero nunca debería ser el rival compitiendo en tiempo con la Prédica y la Enseñanza de la Palabra de Dios.
2. La vida opulenta del liderazgo
En muchos casos, el opulente estilo de vida del Pastor o se los líderes es una gran piedra de tropiezo para el Evangelio. Yo creo que Dios desea bendecir a sus hijos por medio del uso sabio de sus finanzas. Los Pastores y líderes deberían ser modelos de un estilo de vida simple y no extravagante, especialmente si están a la cabeza de Iglesias en comunidades pobres. Los Apóstoles Pedro y Pablo marcaron que la avaricia no podía ser una característica en los ancianos se la Iglesia (1 Pedro 5:2; 1 Timoteo 3:3)
3. Escándalos
En esta época, cualquier tonro puede publicar algo escandaloso en las redes sociales acerca de una iglesia o líder religioso sin ningún fundamento. No podemos evitar estas cosas, y tampoco tu deberías creer todo lo que lees por allí. Sin embargo, cuando los líderes no tienen límites apropiados en sus finanzas o vida personal, tiende a cruzar todas las líneas. Estos son avasallados por los escándalos públicos. Desde los mega-evangelistas de los 80s al presente, los escándalos dan a los no creyentes la excusa para no creer en el Evangelio. Cada líder debería tener cuidado en lo que escribe y dice tanto en público como en privado. Deben tener una vida interior fuerte y caminar en el temor del Señor. Ésto nos ayuda a apartarnos del mal (Proverbios 16:6).
4. Comportamiento hipócrita
Cuando los hijos de los creyentes o los no salvos son testigos del comportamiento hipócrita de aquellos que dicen ser cristianos, entonces se encuentran con un gigantesca piedra de tropiezo.
5. Títulos religiosos
Muchos millenials en ciertas comunidades están cansados por el excesivo uso de títulos religiosos muy elaborados. En algunos contextos, todos tienen un título como Obispo, Apóstol, Doctor, Reverendo y más. Los jóvenes están especialmente desencantados por la necesidad de este tipo de clasificación como validación personal.
6. Lenguaje religioso
Las personas en esta generación no son tan religiosas como la anterior y se sienten desconectados cuando un creyente usa un vocabulario religioso en su comunicación diaria. Tenemos que acostumbrarnos a usar el ‘lenguaje de Babilonia’ si queremos establecer una conexión fuerte con ésta generación. Tenemos que enseñar a los creyentes a «pensar bíblicamente pero hablar secularmente» si queremos entrar con el Evangelio en la cultura.
7. Imágenes religiosas de poder
Vestigios de autoridad y poder en la iglesia aleja a los jóvenes. Ellos se relacionan mejor con líderes transparentes y sencillos. Se alejan cuando ven tronos en la plataforma con los líderes por encima de su congregación. Ésto les da una mala impresión del liderazgo.
8. Conducta religiosa
A veces en la iglesia, la gente tiene muchos protocolos, y rituales que asustan a los nuevos pues les hace creer que deben volverse robots religiosos para creer. Necesitamos mostrarle al mundo la diferencia entre ser religioso (algo que no salva ni santifica) y tener una relación con el Señor Jesús.
9. Énfasis territorial en el Reino de Dios
Muchos se alejan del Evangelio cuando el liderazgo solo se enfoca en sus actividades olvidando a ser el bien en su comunidad. Dios nos llamó a servir a nuestras comunidades, no sólo a contruir grandes edificios.
10. Programas por encima de la gente
Otros tantos se alejan del Evangelio cuando ven que la Iglesia se enfoca más en sus eventos y programas, antes que conectar y amar a las personas.
11. Triunfalismo
Los jóvenes no quieren escuchar de oraciones triunfalistas y pronunciamientos acerca de tomar ciudades y naciones para Dios. Ellos sienten un llamado a servir a su comunidad, no a tomarla por la fuerza. Tenemos que tener cuidado en la Iglesia con este tipo de lenguaje al comunicar nuestra visión.
12. Nada de comunión ni autenticidad
Lo que más desean las personas es la comunión. Todos necesitan sentirse amados y pertenecer a una entidad más grandes que ellos mismos. Parte del llamado del Cuerpo de Cristo es acoger a los nuevos creyentes a través de las relaciones y discipulados. Cuando la gente viene a la Iglesia y solo experimenta un Cristianismo basado en programas, eventualmente se irán en busca de una comunidad real.